Daniel Santana
@OscarSantana10
Año 1994, el tejano George Foreman había hecho historia, volvió a proclamarse campeón mundial de los pesos pesados 20 años después de haberlo perdido contra Muhammad Ali en el Zaire.
Cuando noqueó a Michael Moorer en el 10 asalto, Foreman se ciñó los cinturones de la WBA y de la IBF.
La intención del pletórico campeón era enfrentarse a Mike Tyson, pero la WBA tenía como aspirante número uno a Tony Tucker, el veterano campeón no aceptó y dicho organismo lo desposeyó del título a principios de 1995.
El título de la IBF lo defendió contra el desconocido alemán Axel Schulz en abril de 1995 logrando la victoria por decisión mayoritaria. Al ser un resultado tan ajustado la IBF ordenó una revancha, pero Foreman no estuvo de acuerdo y también fue desposeído de ese título.
“Big George” ya no era el campeón mundial, pero al no perder sus títulos en combate, se resignaba a abandonar.
Su siguiente combate fue en Japón contra un imbatido en 20 combates llamado Crawford Grimsley y apodado “The Terminator” por su parecido al actor Arnold Schwarzenegger, Foreman venció por decisión unánime en el único combate que disputó en 1996.
En abril de 1997 venció a Lou Savarese por decisión unánime, el de Texas tenía 48 años.
El último combate, en noviembre de 1997 le enfrentó a un joven Shannon Briggs de 25 años, el resultado fue favorable a Briggs por decisión mayoritaria, un combate polémico, la gran mayoría vieron ganar a Foreman que conectó más cantidad de golpes y más potentes llegando a romperle la nariz en el último asalto.
Los promotores de Foreman intentaron anular el resultado, pero sus esfuerzos fueron en vano.
Foreman se retiró con un palmarés de 76 victorias, 68 de ellas antes del límite y tan sólo cinco derrotas, cuatro de los cinco rivales con los que perdió fueron campeones mundiales.
Foreman es la leyenda viva más importante del pugilismo.