Daniel Pi
@Bastionboxeo
Junto al campeonato Brook-Spence, en el estadio de Bramall Lane de Sheffield (Reino Unido) se producirá otra pelea por título mundial, en concreto el WBA del peso supermedio, cinturón vacante por el que combatirán George Groves (25-3, 18 KO) y Fedor Chudinov (14-1, 10 KO) en un duelo muy interesante que servirá como un excelente respaldo para el esperadísimo combate estelar.
Dado que la WBA ha seguido una trayectoria tan nefasta con sus múltiples cinturones, una de las peores iniciativas que se han producido en el boxeo en los últimos tiempos, el nombramiento de estos dos púgiles como coaspirantes para un nuevo cetro máximo ha parecido realmente arbitrario e inapropiado, aunque el organismo lo ha justificado señalando que Groves fue el ganador de una eliminatoria ante Martin Murray y que Chudinov merecía otra oportunidad tras su controvertida derrota ante un Felix Sturm que dio positivo en control antidopaje y cuyo equipo fue acusado, además, de manipular los guantes del ruso.
Por ello, y no queriendo la WBA tener como a su principal campeón a un Tyron Zeuge sin méritos suficientes, Groves y Chudinov acceden a este duelo titular que, en cualquier caso, supone un retroceso en la anómala e irracional situación de múltiples campeones, que afortunadamente ya ha desaparecido de la Asociación Mundial de Boxeo en siete de las divisiones.
Sea como sea, desde el punto de vista deportivo el encuentro parece muy bien emparejado, teniendo ambos un estilo muy diferente pero que parece encajar bien. El británico Groves es un boxeador hábil y veloz, con buen uso de las entradas y salidas que además es un peligroso contragolpeador. Por su parte, el excampeón Chudinov es un púgil de avance agresivo y frontal que combina muy bien los curvos en corta y que cuando intercambia golpes marca la diferencia con su potente pegada. De este modo, resulta, a priori, sencillo de prever el tipo de combate que ambos podrían desarrollar, aunque no tanto quién se hará con la victoria.
Desde su derrota ajustada ante Badou Jack y desde que contrató como entrenador a Shane McGuigan, Groves no ha vuelto a perder un combate y ha dejado una gran imagen noqueando a Di Luisa y David Brophy y controlando con sencillez al muy competente Martin Murray antes de su trágica pelea ante Eduard Gutknecht. Este púgil se encuentra todavía en una preocupante situación después de sufrir lesiones cerebrales en su combate ante Groves, desgraciado incidente que ha afectado moralmente al británico, que todavía no tiene claro si el recuerdo de ello le influirá también en su rendimiento sobre el ring.
A pesar del pésimo precedente, su confianza en la victoria se mantiene alta y su nivel actual está muy por encima del mostrado en el pasado, por lo que, estando mucho más rodado que su rival, Groves será considerado favorito. Hay que recordar que, en el tiempo en que su adversario ha peleado en cuatro combates, Chudinov se ha mantenido inactivo, esperando, tras su segundo choque ante Sturm en febrero de 2016, una resolución de su situación que no ha llegado hasta la concreción de su pelea contra Groves. Así, y no habiendo podido sentenciar antes del límite sus últimos tres combates, Chudinov tendrá complicado salir con el brazo en alto.
Sea como sea, la elevadísima frecuencia de golpeo y el regular ritmo combativo del ruso pueden tener una notable importancia en la segunda mitad de la contienda, cuando se considera que Groves suele tener bajones de rendimiento. Además, como le sucedió al final de su combate contra Murray, si el local se descuida ante las duras combinaciones de curvos del visitante o le deja insistir con sus fuertes ganchos al cuerpo en la distancia media, Chudinov podría tener una opción de triunfo clara. Con todo, en el caso de que el renovado Groves pueda, de nuevo, imponer su rapidez, aplicarse con las esquivas y evitar los intercambios de golpes, debería poder aprovechar el previsible avance de su oponente y su defensa más que permeable para hacerse con su ansiado primer cinturón mundial.