José Manuel Moreno
@josemorenoco
El 25 de febrero de 1964 cambió la historia del boxeo. Hace ya 50 años. Un joven de 22 años llamado Cassius Marcellus Clay daba la gran sorpresa al vencer al favorito campeón del peso pesado Sonny Liston en el Convention Center de Miami Beach, Florida.
Nadie daba un dólar por el joven de Louisville. Liston era temible, dentro y fuera de los cuadriláteros, convicto de varias fechorías y con varios años de presidio. Además, todo el mundo conocía sus contactos con la Mafia. En lo deportivo, mucha diferencia de experencia. 12 años, nada menos que 12 años, de diferencia entre ambos. Liston tenía la sana costumbre de aplastar a sus rivales en los primeros rounds de sus tremendos combates, como ante Floyd Patterson (dos veces), Zora Folley o Cleveland Williams. Pero, a la hora de la verdad, el joven Clay se rebeló contra lo establecido y le dio una lección en toda la regla a Liston, «volando como una mariposa y picando como una avispa» a pesar de que Liston y su esquina utilizaron todo tipo de artimañas contra el pupilo de Angelo Dundee.
Liston, desarbolado, decidió no salir en el séptimo round, ante la paliza que estaba recibiendo. Y Clay, que poco después cambió su nombre por el de Muhammad Ali por su conversión al Islam, proclamó al mundo la frase que se hizo famosa: «Soy el mejor del mundo, el más grande». «The Greatest», para muchos medios de comunicación, organismos y aficionados, el mejor deportista del siglo XX, por su impacto mediático, político y deportivo. Vaya como homenaje a este gran hombre que en la actualidad tiene 72 años, este video con el combate que cambió su vida, y de paso, la historia del boxeo.