Daniel Pi
@BastionBoxeo

La pasada madrugada en el MGM National Harbor de Oxon Hill (Estados Unidos), la cartelera organizada por la empresa de Eddie Hearn, Matchroom Boxing, resultó un completo éxito para los intereses de los púgiles de la compañía, que cumplieron los objetivos, dejaron contundentes nocauts y actuaciones espectaculares y se encaminaron a mayores noches futuras.

El principal protagonista, la jovencísima promesa del peso ligero Devin Haney (22-0, 14 KO) (en la foto>), ofreció quizás la mejor actuación de toda su carrera hasta la fecha precisamente ante su oponente más complicado, un Antonio Morán (24-4, 17 KO) que fue noqueado de forma brutal en el séptimo asalto después de haber sido dominado completamente.

Haney mostró su velocidad y sus reflejos centelleantes para evitar muchísimas manos, contragolpear brillantemente y atacar con demoledora eficacia, manejando a la perfección el jab, la derecha recta, los ganchos de mano adelantada al cuerpo y rostro y todos los demás puños de su repertorio. Así, su control fue absoluto hasta lograr un knockdown en el quinto asalto, si bien pisó a su rival al golpearle con una mano diestra al torso. En cualquier caso, la caída no fue decisiva en el resultado, ya que en el séptimo round impactó un curvo de derecha que fulminó a Morán, que nunca había sido derrotado antes del límite hasta este considerado por muchos ya candidato a KO del año.

Tras la victoria Hearn recordó que el WBC ha ordenado una semieliminatoria del peso ligero entre Haney y Zaur Abdullaev, pelea que posiblemente sea la siguiente para ambos.

Mucho menos duró el enfrentamiento de semifondo, en el que el peso pesado croata Filip Hrgović (8-0, 6 KO) tardó sólo un asalto en terminar con un Gregory Corbin (15-2, 9 KO) que ante el excampeón mundial Charles Martin generó algunas complicaciones. Muy diferente fue la actuación de Hrgović que, tras llegar con algunos directos, detuvo con su brazo izquierdo una arremetida de su rival y, mientras Corbin trataba de agarrarse, conectó una derecha que derribó al local y le dejó sin posibilidades de continuar. Aunque Corbin protestó alegando que el golpe había sido en la parte trasera de la cabeza, no fue así, logrando lícitamente Hrgović el primer triunfo de su prometedor recorrido en Estados Unidos.

Otro peso pesado que logró una rápida victoria fue el estadounidense Michael Hunter (17-1, 12 KO) que, a diferencia de Óscar Rivas y Oleksandr Teslenko, no fue a la distancia contra Fabio Maldonado (26-3, 25 KO), sino que a base de uno-dos-hook quebró al brasileño en el segundo asalto. Hunter está en muchas quinielas como posible adversario de destacados púgiles, por lo que, siendo un peso máximo norteamericano, en racha de nocauts y sólo derrotado a los puntos por un top 5 de todos los pesos (Oleksandr Usyk), no tardará en alcanzar una enorme pugna.

La pelea más contendida de la velada fue la unificación de coronas WBA-WBC del peso superligero entre la local Jessica McCaskill (7-2, 3 KO) y la argentina Anahí Sánchez (19-4, 11 KO), batalla repleta de principio a fin de intercambios de golpes curvos en corta en la que ambas fueron duramente estremecidas y en las que las dos tuvieron más éxito en una mitad del encuentro.

Finalmente, McCaskill, que aguantó mejor los golpes y dejó muy castigada a Sánchez en el último tramo, se hizo con una victoria por decisión unánime que debería haber sido por la mínima, ya que el triunfo de la visitante era posible de justificar. No obstante, en uno de esos veredictos repulsivos que tanto dañan al boxeo, dos jueces dieron corruptas tarjetas de 99-91 (Larry Hazzard Jr.) y 98-92 (Ron McNair) y un acertado 96-94 (Levi Martínez), siendo las dos primeras merecedoras de investigación y de suspensión. Sea como sea, McCaskill se acerca un paso más a una posible revancha ante Katie Taylor, esta vez no en el peso ligero sino en el superligero.

En cuanto a los duelos que abrieron el evento, el oro olímpico kazajo y peso wélter Daniyar Yeleussinov (7-0, 3 KO) se hizo con un triunfo unánime (doble 60-54 y 59-55) sobre el asequible Luis Norambuena (3-2-1, 0 KO), aunque una vez más no impresionó tanto como se esperaba, mientras que el prospecto del peso supermedio Lorenzo Simpson (4-0, 3 KO) sólo tardó unos instantes en terminar con combinaciones de curvos con el modesto Rafael García (9-3, 6 KO).