Daniel Pi
@BastionBoxeo

Como Miguel Cotto se retirará el próximo diciembre y éste es el único campeón mundial absoluto puertorriqueño de la actualidad, la posición de pérdida de fuerza de dicho país en el pugilismo mundial
podría agravarse con una falta de monarcas poco habitual durante las últimas décadas. Con todo, las esperanzas de los aficionados puertorriqueños de que esto no suceda pasan por el campeonato mundial WBA del peso superpluma que disputará el retador boricua Alberto Machado (18-0, 15 KO) contra un Jezreel Corrales (22-1, 8 KO) que entrará al ring en el Turning Stone Resort & Casino de Verona (Estados Unidos) como extitular, ya que falló en la báscula y perdió su cetro.

«El Explosivo” Machado es una de las máximas promesas del boxeo de Puerto Rico junto al peso gallo Emmanuel Rodríguez, el peso ligero Félix Verdejo y el también peso superpluma Crístofer Díaz, expectativas que se ven ejemplificadas en el apoyo explícito de su promotor Miguel Cotto, que constantemente le aconseja y que le ha llevado a entrenar con Freddie Roach.

Aun así, Machado tendrá un reto muy complejo frente a sí en su primer asalto mundialista, ya que se medirá al heterodoxo panameño Corrales, que saltó a la fama tras arrebatarle su récord invicto y su corona al formidable Takashi Uchiyama y que estabilizó su auge con dos triunfos, uno ante el mismo púgil japonés en una revancha y otro ante el tenaz Robinson Castellanos.

De todos modos, en su última pelea, contra el citado boxeador mexicano, Corrales puso de manifiesto tanto sus virtudes como sus defectos, ya que, si bien su tremenda velocidad se impuso con sus precisos directos de izquierda y sus fulgurantes combinaciones de ganchos en corta, volvió a dejar preocupantes descuidos defensivos en muchos momentos, no sólo en sus dos caídas en el cuarto round. Pese a ello, las casas de apuestas consideran favorito a Corrales que, eso sí, posee una superior experiencia, una mayor resistencia física y cuenta con un juego de piernas plenamente superior al de su rival.

En cualquier caso, según el equipo de Machado, se ha trabajado en mejorar su equilibrio y su desplazamiento y seguramente los problemas de su duelo ante Morales, principalmente un bajón de rendimiento en el último tercio, habrán dado al retador valiosas lecciones, por lo que siendo zurdo como su rival, pero más sólido defensivamente hablando y teniendo una pegada realmente dura (83% de triunfos antes del límite), no es nada difícil que se pueda producir su victoria.

Además, Machado mide 1,78 m y posee un alcance de 1,83 m, cifras bastante superiores a los 1,68 m y 1,70 m de Corrales, que suele llevar las piernas muy separadas y el centro de gravedad bajo haciendo sobre el ring más grande su desventaja en altura, de modo que el campeón tendrá más complicado que en otras ocasiones entrar y salir impunemente. Si Corrales evita el error cometido ante Castellanos y no cruza golpes con Machado, quizás su dinamismo pueda contener el despliegue de su oponente, aunque esto no le garantizaría evitar ser alcanzado e incluso neutralizado por el directo y el buen jab del aspirante, más aún tras su fallo en la báscula. Pero si vuelve a jugarse sus opciones en intercambios innecesarios, Machado, en origen diestro pero que cambió su posición a zurdo para resultar más exigente, perfectamente podría hacer valer su poderoso gancho de derecha, sus profundos hooks al torso y su izquierda en múltiples trayectorias para mermar o romper la resistencia del titular.

Como se ha mencionado, el entonces campeón WBA del peso superpluma Corrales se excedió en la romana 1,8 kg sobre el límite de 59 kg, logrando bajar hasta 60,4 kg en las dos horas extra que se le dieron para intentar cumplir con el objetivo. Así, su cinturón quedó vacante y sólo estará en juego en el duelo de hoy para Machado, que marcó 59 kg.