Julio González
Después del artículo publicado en ESPABOX sobre los mejores pesos pesados de la historia de España, muchos aficionados se han interesado por el guipuzcoano Isidoro «Izzy» Gaztañaga. Destacado peso pesado, protagonizó uno de los combates más polémicos de los años treinta en Nueva York, además de una pelea que no llegó a celebrarse con Joe Louis. Izzy Gaztañaga llegó de La Habana precedido de una enorme fama. Sus logros deportivos en la isla caribeña y Sudamérica habían hecho de Izzy (apodo con el que era conocido al otro lado del Atlántico) un boxeador temible en los Estados Unidos. La revista The Ring, “la Biblia del Boxeo” para muchos aficionados, clasificaba a los españoles Paulino Uzcudun e Izzy Gaztañaga entre los mejores pesos pesados durante los treinta.
Los aficionados tenían curiosidad por ver a la nueva sensación española. Uno de los promotores más importantes en ese momento en Estados Unidos, Mike Jacobs, firmó un contrato con Joe Louis de veinte mil dólares, y otro con el mánager de Gaztañaga, para que boxeasen en La Habana, pero al poco tiempo rompió el acuerdo con el español para concretar un duelo con Max Schmeling, que debía generar mayores ingresos.
Solly King, mánager de Gaztañaga, intentó evitar la pelea entre Louis y Schmeling, pero el 25 de noviembre la Comisión de Boxeo de Nueva York informó de que el contrato entre King y Gaztañaga había caducado. El equipo de Gaztañaga insistió en que boxease con Louis, en busca del título mundial, pero Jacobs vio peligrar el negocio que le ofrecía el Louis vs. Schmeling y terminó finalmente con las esperanzas de Gaztañaga.
La Comisión del Boxeo de Cuba sancionó con seis meses y 500 dólares al mánager de Louis por cancelar la pelea con Gaztañaga y el enfado en Cuba fue tal que se suspendió a Louis, a excepción de que combatiese con Gaztañaga.
El 14 de enero de 1936, Mike Jacobs se presentó en La Habana para dar sus explicaciones y la Comisión de Boxeo de Nueva York abrió una investigación acerca de la suspensión del combate entre Joe Louis e Izzy Gaztañaga. El presidente de la comisión neoyorquina anunció que a solicitud de la Federación Cubana habían sancionado al mánager Julian Black y al púgil por incumplimiento de contrato. La prensa española informó de que el gran Joe Louis tenía miedo de enfrentarse a Gaztañaga, pero esta afirmación no es cierta, ya que Louis no boxeó con el vasco por motivos económicos, en una decisión que adoptaron sus promotores.
Ante la imposibilidad de concretar la pelea entre Louis y Gaztañaga, se anunció que el 6 de marzo de 1936, Isidoro Gaztañaga se enfrentaría a Primo Carnera en Nueva York. El combate generó una enorme expectación: Carnera había perdido el título mundial contra Max Baer y venía de ser derrotado por Joe Louis, pero el vencedor se situaba a las puertas de una pelea para el título mundial.
El combate fue dramático para Gaztañaga, al suspender la pelea el árbitro en el quinto asalto a causa de la inferioridad del español. En el cuarto asalto, Carnera abrió una brecha en la ceja izquierda de Gaztañaga, de la que manaba abundante sangre, que impedía la visión del español. Izzy siguió, pero Carnera repitió sobre la herida, que fue a peor, y con el rostro ensangrentado, el de Ibarra apenas veía. El árbitro se acercó a Gaztañaga y después de examinar la herida, decretó que regresase a su rincón.
La prensa se hizo eco de los rumores de que el combate podía estar amañado. La Comisión de Boxeo del Estado de Nueva York abrió una investigación después de que Solly King presentase un contrato firmado por Isidoro Gaztañaga, en el que el español se comprometía hasta mayo de 1938 con el otro representante, Luigi Soresi, el mismo de Primo Carnera. Además, el Sr. Rizzi, que hacía de mánager de Gaztañaga, era un empleado de Soresi. La primera medida fue retener las bolsas de los dos boxeadores, hasta que terminase la investigación.
Semanas después, los medios americanos publicaron el 25 de noviembre que la Comisión de Boxeo de Nueva York alertó a Solly King que su contrato como mánager de Izzy Gaztañaga había caducado. Los periodistas informaron de que Carnera después de la pelea se acercó a un miembro de la Comisión de Boxeo, y el federativo contestó que había sido una buena pelea. Tras varias semanas de espera, la Comisión de Boxeo de Nueva York dio por cerrado el caso, y Solly King desistió con su reclamación.