Darío Pérez
@ringsider2020

De la noche a la mañana, sin mediar combate ni asunto deportivo, la IBF ha desposeído del título mundial wélter a Terence Crawford, que ya no es campeón indiscutible.

Así, en los últimos rankings del organismo estadounidense, tan volátil y caprichoso en sus decisiones como los demás, Jaron Ennis aparece como campeón del mundo y Crawford ni siquiera es mencionado. Según el presidente Daryl J. Peoples, el cambio se produce porque el ya excampeón no se enfrenta al retador oficial, pero cabe recordar que el de Omaha se hizo con el cinturón en julio y en ningún lugar se le conminó a defender en un plazo determinado este título contra Ennis; este, de repente, se ve como campeón sin haber tenido que disputar el título vacante contra el siguiente clasificado (Cody Crowley), opción aparentemente más razonable. Así, los aficionados hemos dejado de ver un buen combate y la IBF ha evitado desmarcarse del resto como un estamento serio.

Hay que añadir a la ecuación tres factores: en primer lugar, Ennis no pelea igualmente desde el mes de julio, por lo que el agravio comparativo con Crawford, maltratado en igualdad de condiciones, es evidente. Además, se da la circunstancia que Errol Spence Jr. ostentó este mismo título durante más de un lustro y la IBF le permitió estar inactivo durante dos periodos de más de un año, buscar unificaciones y no cumplir con el clasificado número uno en listas, resultando odiosa también la comparación. Por último, podemos fijarnos en la categoría inmediatamente superior: Bakhram Murtazaliev lleva cuatro años, desde que se impuso a Jorge Fortea, sin aspirar al título de un Jermell Charlo que ha peleado tan solo una vez al año desde 2020…¡y en el presente lo ha hecho en otro peso!

Asistimos una vez más a las decisiones vergonzosas, aleatorias, veleidosas y arbitrarias de los organismos que regulan (vocablo que usamos de manera paradójica y antitética) el boxeo mundial, unos auténticos troyanos que complican el entendimiento de un deporte que debería ser tan simple como enfrentar a los mejores entre ellos.