Si hace unos meses dábamos cuenta del asunto que había llevado a Jermall Charlo a su último episodio de problemas con la justicia, ahora empiezan a llegar las consecuencias derivadas de ello.

El pasado mes de mayo en Texas, Charlo tuvo un accidente con su vehículo de alta gama en el que, por motivos que ahora contaremos, huyó de la escena del choque sin auxiliar a los ocupantes del vehículo contrario. Según el atestado policial, parece que el boxeador incluso increpó al otro conductor antes de irse a gran velocidad, tras lo que fue perseguido por las fuerzas del orden varios kilómetros. Solo se detuvo, siempre según fuentes oficiales, cuando varios vehículos con sirenas azules le rodearon y no tenía escapatoria.

Los agentes han declarado que Charlo parecía intoxicado etílicamente cuando fue por fin detenido, algo que es apoyado por una prueba de alcoholemia en la que dio el doble del máximo permitido en territorio tejano (a pesar del tiempo transcurrido durante la persecución).

Meses después, los cargos son oficiales y el juicio podría celebrarse próximamente para el excampeón mundial del peso medio, que ha tenido muchos problemas también de índole mental que le han llevado a una prolongada inactividad en los últimos años.