Daniel Pi
@BastionBoxeo
Sin pretender buscar comparaciones con otras eras que lleven a inoportunos debates, y simplemente apreciando la cantidad de peleas de relieve que estamos presenciando, el boxeo de nuestro país está viviendo actualmente un momento muy interesante. Semana tras semana, los boxeadores españoles están emplazados a grandes combates, teniendo los aficionados de manera sorprendentemente frecuente cruciales peleas a las que prestar atención.
Así, tan solo seis días después de que Sergio García lograse la cuarta corona de campeón de Europa simultánea para España, y con ello nuestro país se situase durante unos días en cabeza como nación con mayor número de máximos titulares continentales de la actualidad, ahora le toca el turno, en boxeo femenino, de combatir a nuestra única monarca mundial. Y es que la madrileña Joana Pastrana (13-1, 4 KO), titular mundial IBF del peso mínimo y primera campeona de nuestra historia en uno de los cuatro grandes organismos, realizará este viernes su primera defensa.
Lo hará de nuevo en el Polideportivo José Caballero de Alcobendas, recinto en el que combatirá por cuarta vez y en el cual se coronó el pasado julio ante Özlem Sahin, siendo esta vez su oponente la 3ª clasificada en el ranking IBF, la tailandesa, excampeona mundial del peso minimosca, Siriporn Taweesuk (40-4, 22 KO), más conocida por sus apodos Samson Tor Buamas y Samson Sor Siriporn, quien posee una historia de lo más particular, que parece sacada de una película.
Son muchos los films del cine de acción que tratan sobre una persona que tiene que luchar en combates dentro de una cárcel para poder ganarse la libertad, un ejemplo evidente de los cuales es la conocida saga Invicto. Pues algo con cierta similitud a esto, aunque de manera reglamentada, es lo que le sucedió a Taweesuk, que se coronó campeona mundial WBC por primera vez en la Prisión Central de Klong Prem, centro penitenciario de alta seguridad de Bangkok, Tailandia, que cuenta con la friolera de 20.000 reclusos y del que entonces salió en libertad.
Cumpliendo una condena de 10 años por tráfico de drogas e iniciándose en el boxeo para protegerse dentro de la cárcel, Taweesuk debutó como profesional en un correccional, realizando peleas de poca entidad hasta que en su décima pugna, y tras fallar en su primer asalto mundialista (también combatido en un presidio) la tailandesa se coronó ante Ayaka Miyao, logrando a consecuencia de ello que se suspendiese su condena y se le perdonasen los tres años restantes. Posteriormente, ya siempre en choques fuera de la cárcel, Taweesuk venció a la que posteriormente fue número 1 del peso átomo (categoría sólo existente en el boxeo femenino) Momo Koseki y a una actual monarca del peso mínimo, Kayoko Ebata, si bien ambas iniciaban por entonces sus carreras.
Con todo, más allá de este singular arranque, que le otorgó cierta notoriedad temporal en su país, desde 2008 la trayectoria de Taweesuk se diluyó. Como es habitual en el pugilismo en Tailandia, donde se da prioridad absoluta a la frecuencia de peleas sobre el nivel de los contendientes, Taweesuk ha disputado desde entonces 25 enfrentamientos ante boxeadoras debutantes, con menos de cinco peleas o con récord negativo, habiendo sido derrotada en dos de los únicos tres combates de verdadera entidad que ha disputado en estos últimos diez años.
Por ello, Pastrana, con mejor técnica, siete años más joven, que pelea como local y que estará apoyada por el impulso moral que da una coronación, partirá como favorita. No obstante, la diferencia en las apuestas no es abrumadora, pagándose 1,18 € por la monarca y 4,50 € por la aspirante. Esto es debido a que Taweesuk es una boxeadora resistente y combativa, con una buena pegada y una muy contundente derecha recta (con ella sacudió repetidas veces en Alemania a la hábil Nadia Raoui), contando además con una ventaja en casi 180 rounds disputados y en 50 asaltos combatidos más en campeonatos mundiales.
Es por esto que, aunque es de esperar la victoria de Pastrana imponiendo su superior habilidad y velocidad ante una rival un tanto tosca y con muy limitados recursos (básicamente uno-dos arriba y abiertos curvos abajo), la altura de Taweesuk, similar a la suya, y su notable fortaleza, combinada con su presión, podrían terminar por generar complicaciones si la española se mantuviese en la distancia media en lugar de buscar boxear más allá de su alcance. Asimismo, Pastrana deberá andarse con mucho ojo con la principal arma de su rival, una derecha que busca sin descanso, que lanza con trayectorias heterodoxas y que es peligrosamente potente tanto al ataque como a la contra, en corta o en larga. En cualquier caso, dado que la monarca mostró buen uso de las piernas ante Sahin, un efectivo y largo jab y abiertos curvos por fuera de la guardia, recursos que son clave en la forma de lidiar con Taweesuk, si logra evitar los salteados golpes de poder llenos de riesgo de la retadora debería poder encaminarse a una solvente victoria.