Daniel Pi
@BastionBoxeo
Todas las previsiones se cumplieron en la pelea que puso frente a frente el sábado en el Maritim Hotel de Magdeburgo (Alemania) al campeón de Europa del peso pesado Agit Kabayel (19-0, 13 KO) y al aspirante voluntario Andriy Rudenko (32-4, 20 KO), ya que el titular retuvo por tercera vez su cinturón con una amplia y clara decisión unánime ante un rival voluntarioso y que le permitió sacudirse la inactividad y prepararse para una pelea crucial pero que no supuso un gran riesgo en ningún momento. Las tarjetas fueron de 119-109 (la más acertada), 117-110 y un excesivamente ajustado 116-111.
Por una mera cuestión de ventaja en velocidad y técnica, Kabayel no tuvo problemas para dejar bien claro que era mejor round tras round, dado que, si bien Rudenko tomó la iniciativa y buscó impactar su jab y sus ganchos, el monarca continental eludió las manos desplazándose a buen ritmo, se mostró mucho más certero con su jab y anotó nítidos directos diestros al contragolpe sobre el directo de mano adelantada de su oponente.
Pese a su falta de acierto, Rudenko no renunció a su afán ofensivo y se mantuvo constante en sus intentos de impactar series de directos y curvos pero, aunque con ello evitó que su adversario se relajase, los bloqueos y las esquivas de Kabayel, junto a su buena respuesta con con el hook de izquierda con variación de altura, no dejaban margen para la duda.
Así, a pesar de algún cruce de golpes en corta no demasiado prolongado o intenso y de tener que estar siempre alerta en tareas defensivas, Kabayel estableció un firme dominio que le dio la confianza para, antes del ecuador de la contienda, tomar la iniciativa, presionar a Rudenko y castigarle con fuertes hooks al torso que llevaron al retador a la lona en el sexto asalto.
No obstante, el visitante tenía oficio y resistencia como para saber moverse, responder inesperadamente y aguantar los ataques de Kabayel buscando el desenlace, por lo que, aunque tuvo que soportar fuertes golpes de poder, finalmente el ucraniano se restableció lo suficiente como para incluso volver a tomar la iniciativa en los últimos episodios y lograr alcanzar el veredicto de los jueces.
Resuelto el trámite de volver al ring y recuperar la actividad y la moral, el futuro para Kabayel traza dos grandes posibilidades, siendo una defender su corona de campeón de Europa ante el retador obligatorio Otto Wallin a la vez que intenta reclamar que el encuentro sea una eliminatoria final IBF (ambos son rivales directos en la cúspide de este organismo) y la otra dejar su título vacante e intentar moverse en la mesa de negociaciones para lograr una pelea alternativa ante otro top 15.
Sin duda, aunque el invicto Wallin suponga un riesgo evidente que podría ser evitado buscando un cruce ante un rival menos exigente, si Kabayel quiere, como planea, coronarse campeón mundial en los próximos dos años, el choque ante el sueco es la mejor opción posible, dado que de ser etiquetado como eliminatoria sería el único enfrentamiento que podría asegurarle un asalto mundialista a finales de 2020. Además, peleando contra un boxeador con buena proyección y bien valorado, ante Wallin podría mostrar de la forma más firme que es uno de los contendientes en la lucha por un campeonato que se deben tomar más en serio.