Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui
Hoy hemos presenciado en el Edion Arena de Osaka (Japón) uno de los combates que lucharán por ser la pelea del año 2024. El campeón mundial WBA-WBC minimosca Kenshijo Teraji (23-1, 14 KO) defendía sus cinturones frente al venezolano Carlos Cañizales (26-2-1, 19 KO), y los retuvo en un combate vibrante con dos púgiles que salieron a la guerra desde el principio sin pactar tregua en ningún momento.
Cañizales disputaba por primera vez un título mundial absoluto, ya que fue campeón secundario (regular) WBA en 2018, y salió en tromba con trabajo constante, obligando a Teraji a emplearse al máximo con buenos intercambios.
En el segundo asalto, Teraji derribó con un derecha lateral a Cañizales, que lo pasó mal en el final del round, aunque el americano le devolvió al nipón la visita a la lona en el tercero, derribándole con un recto de derecha. Todo hacía prever que los jueces no intervendrían en el veredicto final, pero los dos púgiles demostraron una resistencia increíble cambiando golpes en el centro del ring sin dar un paso atrás y manteniendo el combate en un nivel altísimo.
Teraji tomaba ventaja en los asaltos, pero sorprendentemente los terminaba Cañizales con una energía extra, como si saliera su clon suplente en los últimos treinta segundos de cada round. El japonés fue mejor en los asaltos intermedios, pero Cañizales, repostando combustible disciplinadamente en el minuto de descanso, afrontó el combate hasta el final con una vitalidad tremenda.
Las últimas rondas fueron para Cañizales con ritmo superior, y Teraji mantuvo la distancia en el último asalto, tocando y eludiendo el intercambio, creyendo en que la victoria iría de su lado. La pelea fue muy pareja y cualquier resultado con dos puntos de ventaja máxima podía entrar en el ámbito de la equidad.
Finalmente los jueces dieron vencedor a Teraji con un doble 114-112 y un 113-113, empate que podría ser el mejor resumen de la pelea.
Ahora Teraji buscará unificar las coronas con los otros campeones de la división como son el mexicano Adrián Curiel (IBF) y el puertorriqueño Jonathan González (WBO), aunque hay que añadir con merecimiento el nombre de Cañizales en este cuarteto de bravos púgiles que buscan el rey absoluto de la categoría.
