Daniel Buedo
Nutricionista especializado en deportes de contacto
Todos conocemos el arte marcial del kung fu y el origen del mismo: el famoso y mítico monasterio Shaolin, en la provincia de Henan, al norte de China. Una de las ilusiones de muchos practicantes de los deportes de contacto es poder aprender de auténticos monjes-guerreros shaolines, cuyo sistema de entrenamiento estricto en la naturaleza es imitado en múltiples partes del mundo. Profundizando en el modo de vida de este, sus costumbres, entrenamientos y alimentación, sorprenden varias cosas, entre ellas la que a nosotros más nos concierne: su alimentación, el como comen para sacar el máximo partido a su cuerpo, así como a su mente, la cual juega un papel infravalorado en cualquier combate.
Uno de los principios básicos que siguen es el de comer alimentos lo más naturales posibles y evitar el comer en exceso carne. Este hecho en concreto, el de la carne, nos puede chocar a muchos de nosotros, pero, como han confirmado muchos estudios no relacionados a nivel deportivo, la mayoría de la carne que consumimos en los países desarrollados está altamente manipulada y tratada, siendo en algunos casos, más perjudicial que beneficioso.
Los monjes shaolines prefieren los alimentos naturales ya que estos contienen la energía directa de los elementos de la naturaleza. Esa energía, cuándo comemos estos alimentos, pasa a nosotros y nos beneficia a muchos niveles, algo que no ocurre con la mayoría de alimentos que encontramos a día de hoy en los supermercados e hipermercados del primer mundo. Cuando matamos a un animal, todas las sustancias que este genera debido al miedo y estrés al que es sometido se quedan en su interior, lo cual también es negativo, a lo cual habría que añadir la gran cantidad de medicamentos y hormonas que son proporcionados en la ganadería actualmente.
Los monjes shaolines suelen sustituir parte de la carne, el pescado y los huevos por tofu y seitán, derivados estos de la soja y el trigo integral, así como frutos secos y legumbres, siendo los referidos alimentos proteicos vegetales, los cuales no producen sobrecarga renal y hepática, entre otros beneficios. Con esto, desde Alimentado Conciencia no aconsejamos que se suprima la ingesta de carne, pescado, huevos y lácteos, ahora bien, hay que elegir el tipo de carne, el cómo comerla, la cantidad y la frecuencia de consumo.
Boxeadores que han ganado títulos mundiales en los últimos años, como Lucian Bute o Luis Nery se han visto envueltos en casos que deben poner en alerta a los deportistas también de cara a los controles antidopaje, no sólo a la hora de elegir la comida, sino también en la suplementación. Alimentación, suplementación y estilo de vida son tres de los pilares que pueden hacer que nuestro cuerpo alcance los niveles más altos de energía, algo que se traduce directamente en nuestro rendimiento deportivo. A día de hoy tenemos infinidad de opciones tanto de alimentos saludables como de suplementación, más de la que disponen los monjes shaolines, sólo tenemos que saber escogerlos para alcanzar el 100% de nuestro potencial sobre el ring.
A modo de ejemplo para los más curiosos, esta sería la dieta de un monje Shaolin, aprovechando los recursos naturales. Miles de años después, sirva como modelo para subsanar los errores que comenten boxeadores de primer nivel internacional.
Desayuno: Cocción en agua de alubias, arroz, nueces, cacahuete, piñones, mijo y alguna hortaliza. Una sopa que según ellos recarga sus órganos de salud y energía y contribuye a la longevidad, algo de especial relevancia en la sabiduría taoísta-budista.
Sería el equivalente a un desayuno compuesto por una mezcla de leche de avena y leche ecológica normal, añadiéndole copos de avena, de trigo integral junto a trozos de frutos secos y fruta, como trozos de manzana, bayas rojas, pasas etc. Se puede añadir miel, panela o stevia como azúcares más saludables.
Comida: La comida suele estar compuesta de arroz integral, tofu o seitán y verduras variadas como col, repollo y otras hortalizas. Se suele evitar el jengibre la cebolla y el ajo, ya que consideran que excitan y alteran el espíritu, pero los cuales utilizados en cantidades adecuadas benefician la protección celular y energía vital.
Cena: La cena puede llamarnos la atención, encontramos un alto consumo de carbohidratos en forma de fideos de arroz o trigo integral junto a pan integral.
Los shaolines consumen ciertas cantidades de carne, pescado y huevos pero siempre dentro de este contexto y añadidos al arroz, los fideos y demás platos base que consumen.