Conor Benn sigue empeñado en convertirse en campeón mundial del peso wélter, tomando una decisión drástica para dedicarse a ello sin distracciones.
Benn ha abandonado las redes sociales y no escribirá más en sus perfiles hasta lograr su objetivo, el título mundial WBC. Específicamente el británico no esconde que va por la vía de los de Mauricio Sulaimán, pese a figurar en los siete primeros de todas las clasificaciones y poder casi elegir, gracias al poder de su promotora Matchroom, a qué campeonato optar.
El romance de Benn con el Consejo viene de atrás. Cuando dio positivo por dopaje antes de medirse a Chris Eubank Jr., este organismo fue el primero que le brindó el apoyo al boxeador que había consumido sustancias ilícitas. Resultó sorprendente que Sulaimán y los suyos obviasen los resultados de los análisis y salieran con tal contundencia a defender la limpieza de un boxeador que, de no haber mediado una filtración, habría subido al ring con Eubank con la ocultación de Eddie Hearn y los suyos del positivo.
El estamento mexicano siempre se ha significado por sus intentos de liderar la lucha contra los tramposos en el boxeo, pero en esta ocasión pareció exculpar a un púgil en pleno proceso por un caso de sustancias prohibidas.
El proceso seguido para la suspensión del púgil, con sanción por parte de la comisión británica (British Boxing Board of Control) puso de manifiesto las deficiencias del sistema de control de dopaje en el boxeo, algo que ya hemos denunciado en ESPABOX. De este modo, Benn pudo boxear mientras tanto en Estados Unidos a finales de 2023 e inicios de 2024, aunque no lo ha hecho desde entonces. Ahora sus miras están en Mario Barrios, campeón mundial wélter del Consejo. «El Azteca» parece un campeón asequible tras haber sido ascendido desde su condición de interino en los despachos, otra dudosa práctica del WBC, tras haber empatado ante Abel Ramos en lo que era su primera defensa. ¿Será este, por fin, el año de Conor Benn?