Antonio Salgado Pérez
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Cuando nos encontramos ante la disputa del título de España de los pesos superplumas entre los coaspirantes, el tinerfeño Sandro Domínguez y el madrileño Antonio Rodríguez, el próximo sábado, en la Sala Magma, de Adeje, tenemos que reiterar el mérito y el honor que representa la contienda de un título del prestigio y la tradición que atesora el nacional, que surgió en el año 1920. Es un título redondo, sin artificios ni eufemismos, que tiene por prólogo un solemne himno, dirigido al público y muchos espectadores lo suelen oír de pie; a los púgiles, al director del combate, a los tres jueces… Otro título redondo, sin dobleces es el de Europa, de mayor antigüedad pues comenzó a disputarse en 1909, en la categoría de pesos ligeros. O como los mundiales en las cuatro versiones que siempre nos han parecido más fiables: Consejo Mundial de Boxeo (WBC), Asociación Mundial de Boxeo (WBA), Federación Internacional de Boxeo (IBF) y Organización Mundial de Boxeo (WBO).
El resto de las titulaciones, que respetamos pero que nunca hemos compartido, no han hecho sino sembrar confusionismos y adulteraciones entre los aficionados amantes del rigor histórico y de los que aceptamos las mejores reglas establecidas que, por ejemplo, sigue pregonando Emilio Marquiegui, responsable de la consolidada y consultada web Espabox.com, así como de su homónima revista, que en uno de sus enjundiosos editoriales decía, entre otros detalles importantes “ que lo que me llena de satisfacción al escribir estas líneas es observar algo que no ocurría desde hace mucho tiempo y es el de poder confirmar que el cinturón de campeón de España, es un título de verdad, de solera, de lucha y de historia; y que tiene propietario en casi todas las categorías”. Y sigue apuntando Marquiegui que “a los títulos de España, siempre llenos de emoción y de competitividad, aspiran con mucha ilusión nuestros púgiles, que salen a darlo todo para ser campeones, campeones de España. Son los combates que apasionan al aficionado porque es una de las maneras que tienen los boxeadores de pertenecer a la historia de este milenario deporte”.