El fallecimiento de George Foreman a los 76 años ha conmocionado al noble arte. El tejano fue una las estrellas internacionales que llegaron a los televisores españoles en los años setenta, cuando el boxeo gozaba de una enorme popularidad en nuestro país. José Manuel Ibar «Urtain» era el deportista más aclamado, y también criticado, de España, cuando se ansiaba que cruzase guantes con los campeones estadounidenses. Las negociaciones para que Urtain y Foreman se encerrasen en un ring no cristalizaron, y ambos dieron por concluida su carrera de forma abrupta con apenas unas horas de margen en marzo de 1977.

En el verano de 1986, el que debía ser recordado por Halley pero pasó a la historia por otro cometa vestido de albiceleste apellidado Maradona, Urtain y Foreman llenaron la prensa deportiva por su intención de enfundarse los guantes de nuevo. La idea del guipuzcoano apenas duró unos días, ya que la Federación Española de Boxeo expresó su rotundo rechazo. El excampeón mundial reapareció con un físico distinto al que le elevó a la gloria, pero también era un hombre nuevo a raíz de su fe.

«Big George» volvió a las teles españoles, que habían cambiado como el país en apenas unos años. La privada Canal+ fue la encargada de emitir su segundo ascenso. Jesús Gil trató de conseguir que Foreman boxease en Marbella, poco antes de que el tejano conociese a Poli Díaz cuando el de Vallecas se enfrentó a Pernell Whitaker. Junto a «Sweet Pea», Foreman se dejó ver en Barcelona un año después con motivo de unos Juegos Olímpicos que comenzaron cuatro días después de la trágica muerte de Urtain.

Tres años después de entrar (nuevamente) en la historia por su victoria sobre Michael Moorer, George Foreman se retiró por segunda vez. Pero en 2004, el estadounidense volvió a anunciar su regreso al boxeo. Las parrillas eléctricas lo hicieron más rico que la noche de Kinshasa, motivo por el que realizó una gira por Europa para presentar su marca. El 28 de octubre de 2004, Foreman fue recibido en las instalaciones del Fútbol Club Barcelona por Joan Laporta. Después de recibir una elástica azulgrana, Foreman se desplazó a las redacciones de varios medios catalanes. Al día siguiente, «Big George» se enfundó la camiseta del Real Madrid en la capital de España. José Ramón de la Morena, junto a Paco González, entrevistó a George Foreman pasada la medianoche en «El Larguero».

El hombre que demolió a Joe Frazier reafirmó su intención de reaparecer en 2005, un proyecto que terminó por cancelarse. En los estudios de la Cadena SER, George Foreman afirmó que estaba agradecido a Muhammad Ali por hacerlo mejor persona. «Yo era el malo entonces. A mí no me caía bien nadie. Me abucheaban y para mi eso era un aplauso. Él quería caer bien a todo el mundo y yo quería ganar el dinero y volver a casa. Ali estaba entrenando todos los días para el combate. Y yo me estaba preparando para matarle», dijo Foreman en Madrid, horas antes de que se cumpliesen treinta años del «Rumble in the jungle».