Julio González
Estos días nos hemos enterado del homenaje que el Ayuntamiento de Santander a petición de la Asociación de Vecinos del barrio de Cueto, Asociación Sociocultural San Pedro, el Club Atlético de Cueto y la Federación Cántabra de Boxeo, rindió al excampeón mundial del peso pluma Cecilio “Uco” Lastra, con una placa y un vinilo a la entrada del pabellón con su nombre en el lugar de Cueto (Santander).
Nosotros por nuestra parte queremos publicar una pequeña biografía del boxeador, para que el aficionado sepa algo de sus logros deportivos y sus pasos por el deporte del cuadrilátero.
Cecilio Lastra nació en Cueto (Santander), el 12 de agosto de 1951. Se inicia en el boxeo muy joven con apenas trece años acompañado a sus hermanos Toño y Pepe a un gimnasio de Cueto, donde los hermanos Diego Carrera imparten sus enseñanzas.
Convence a su entrenador para que le deje participar en el Torneo “José Ungidos” aunque no tenía la edad reglamentaria, debutando el 14 de agosto de 1969 ante Sebas, al que venció por KO en el tercer asalto. Como aficionado gano los IV Juegos de la Juventud de Córdoba y el Trofeo “Costa del Sol”, y en los primeros campeonatos a los que asistió de Castilla la Vieja perdió contra Charcan y fue a los primeros campeonatos de España en 1974 en La Coruña perdiendo contra el catalán Francisco León en la final.
Ese año consiguió la medalla de bronce en el “V Torneo Internacional Amateur” de Holanda. Durante su carrera amateur fue cinco veces campeón de Cantabria y de Castilla la Vieja. Como aficionado disputó 121 combates con 101 victorias, 12 derrotas y 8 combates nulos. En 14 ocasiones fue internacional con la selección española.
Debutó como profesional de la mano de José Luis Torcida, antiguo campeón nacional superligero, en el Pabellón de los Escolapios de Santander, el 20 de diciembre de 1975. Derrotó a Juan Barros por puntos en seis asaltos. Lastra debuta con 24 años, edad demasiada avanzada para el boxeo, había estado mucho tiempo en el campo amateur e inició su carrera profesional con prisa.
En el primer año de profesional disputó diecinueve peleas, número de combates que hoy en día disputan muchos púgiles en toda su carrera. Entre sus rivales están boxeadores muy experimentados. Vence a Jofre II, Alcalá Cruz, Guy Caudron, que había disputado el título europeo a Agustín Senin, Tommy Glesncross, que también había disputado el título continental a “Gitano” Jiménez. Y el excampeón europeo el belga Roland Cazeaux al que venció por puntos. También los excampeones nacionales, García Marichal y Ramiro Suárez, perdiendo ambos antes del límite. De los diecinueve combates ocho ganó por KO en el primer asalto. Y siete más por KO, siendo las demás peleas por puntos. Solo una derrota en sus veinte primeros combates. Carlos Hernández, el zamorano residente en Valladolid y que con el tiempo sería campeón de Europa, fue el que le venció por puntos en Madrid en septiembre de 1976.
En marzo de 1977 se hace con el título nacional del peso pluma al vencer al balear Isidoro Cabeza. Esta victoria le supone ser nombrado aspirante al título europeo que posee otro español Manuel Massó. Pero antes de disputar el trono europeo concede una oportunidad en defensa de cetro nacional al leonés Roberto Castañón. Esta pelea supondría la segunda derrota en su carrera, por KOT en el 11º, derrota muy dolorosa porque supondría la pérdida de la condición de aspirante al título europeo y ver cortada su carrera imparable.
Pero la suerte juega a su favor en los meses venideros. El principal promotor español en la década de los setenta y ochenta, el onubense José Luis Martín Berrocal, ofrece a Massó una pelea por el título mundial contra el panameño Rafael “Brujo” Ortega, pero Massó no acepta pensando que es prematura la oportunidad y Castañón está recién llegado, pasando el testigo a “Uco” Lastra, que se ve a las puertas del título mundial cuando acababa de sufrir una importante derrota.
El 17 de diciembre de 1977 el cántabro Cecilio “Uco” Lastra se ha convertido en Campeón del Mundo del peso pluma al derrotar por puntos en quince asaltos al hasta ahora campeón el panameño Rafael “Brujo” Ortega.
El combate se celebró en el recinto de la Feria de Ganado de Torrelavega, localidad cercana a Santander, que presentaba un lleno impresionante 7.000 personas presenciaron como su paisano se convertía en el séptimo boxeador español que conquistaba un título mundial. Cecilio Lastra, magníficamente preparado, supo aprovechar la oportunidad de disputar el título, desde el primer momento del combate se dedicó a perseguir a Rafael Ortega que retrocedía y evitaba la pelea en el terreno del español, en el tercer asalto a punto estuvo de vencer por KO después de una combinación que dejó al panameño tumbado en las cuerdas. El árbitro le contó hasta ocho y luego la campana le salvó de una derrota antes del límite.
Hasta el duodécimo asalto el español llevó la iniciativa siendo más agresivo, más combativo y dominando al panameño.
Pero el púgil forastero intentó contrarrestar la ventaja en la puntuación que llevaba el cántabro, pero ya no le dio tiempo y al final de los quince asaltos el árbitro venezolano Jesús de Celis y los jueces decretaron el triunfo justo de Cecilio “Uco” Lastra.
“Esta noche he disputado mi último combate. Dejo el boxeo profesional”, manifestaba el panameño en el vestuario.
Por el contrario, nuestro campeón se fue a la cama, y a las seis y media se levantó cogió la escopeta y su perro y se fue de caza, su afición al margen del boxeo.
Tardaría cuatro meses en defender el título mundial y en este tiempo, a decir de las malas lenguas, Lastra no se dedicó a preparar como se debía una pelea por el título mundial, abandonándose en el peso y en la alimentación, las salidas nocturnas y los excesos hicieron que llegara el día de la pelea por el mundial y no se encontrara como debe de estar un campeón en defensa de su corona. El rival también fue cambiado y tardaron un tiempo en buscar un oponente para el título, primero se habló del americano O´Gredy y al final el panameño Pedroza.
El 15 de abril de 1978, Cecilio “Uco” Lastra perdió el título mundial de los pesos plumas en versión de la Asociación Mundial de Boxeo al ser derrotado por KOT en el 13º asalto ante el panameño Eusebio Pedroza, que era el aspirante oficial.
El primer asalto fue de tanteo de los dos púgiles que se dedicaron a observarse y que dejaron pasar los minutos sin nada destacado que mencionar. El segundo sin embargo cambio desde el principio, el panameño salió muy decidido a llevarse el combate y colocó dos buenas izquierdas al costado del español que dobló con una derecha al rostro, este intentó contrarrestar, pero falló en el intento.
En el tercero, el español intentó nivelar el asalto anterior y colocó unas buenas manos al panameño, pero este replicó con una izquierda bien colocada e hizo caer al español. Escuchó la cuenta y el ojo izquierdo casi se le cerró. El cuarto y en el quinto fueron prácticamente iguales, dos durísimos asaltos con intercambios de golpes entre los dos boxeadores y en los que el púgil panameño se llevó la mejor parte, pero al final del asalto una buena derecha entró en la cara del panameño que este notó. Los tres asaltos siguientes fueron dramáticos y durísimos para los dos púgiles. Volvieron los intercambios de golpes que en la mayoría de casos beneficiaron al panameño, que primero con la derecha y después doblando con la izquierda consiguieron ir minando la resistencia del español. Y llego el décimo que fue el mejor del aspirante que tras colocar una derecha al rostro del español le hizo sangrar por la nariz en abundancia. En el duodécimo estuvo la clave del combate al colocar el panameño en tres ocasiones golpes bajos, siendo advertido por el árbitro señor Larry Rozadilla, que le quitó un punto en vez de descalificarlo. El español declaró que a partir de ese momento combatió debilitado por los muchos golpes antirreglamentarios. El decimotercero fue el definitivo, el aspirante salió aplicando una serie y Lastra se fue al suelo, se levantó antes de la cuenta reglamentaria, pero el aspirante volvió a llegar con una izquierda doblada con la derecha al rostro de Lastra y este de nuevo volvió a caer, pero esta vez por la cuenta definitiva.
Lastra regresa a España acompañado por el promotor Martín Berrocal y el mánager americano Eddie Mafuz, hombre que pretendía relanzar su carrera en Estado Unidos, de haber vencido.
Desde España recibe muchas críticas. Le acusan de no prepararse en condiciones, de no tomarse en serio el boxeo, pero él quiso demostrar que todavía le quedaban muchas cosas por hacer. Al mes y medio reapareció venciendo a Helenio Ferreira, a Guy Cuadron y Héctor Molina. Solo perdió con el pequeño de los Sánchez, Rodolfo. que le venció por puntos en diciembre de ese año en Bilbao.
Comenzó 1979 adueñándose del cinturón nacional al derrotar a “Nani” Rodríguez, en el mes de febrero en Santander. Y tras superar a Cabeza, Le Fol, Lefebvre, Edwards y Samuel Maeck, se le presenta la oportunidad de disputar el título europeo de los plumas, ante su antiguo rival Roberto Castañón.
El 29 de septiembre se enfrentaron dentro de una gran rivalidad, era la revancha de la pelea por el título nacional. Castañón se mostró superior a Lastra en la mayoría de los asaltos y se apreció que no le afectó la derrota que sufrió hacia unos meses en disputa del título mundial. El combate se celebró en una abarrotada Plaza de Toros de Santander, once mil aficionados llenaron el recinto. El triunfo por puntos de Castañon fue justo y merecido y así se lo demostró la gente despidiéndolo con una gran ovación.
Un año después se volverían a enfrentar en León, también con el título continental, pero en esta ocasión Lastra perdió por KO en cuatro asaltos.
El combate se celebró en el Palacio de los Deportes de León, con unos seis mil aficionados que llenaron el recinto. Y esta era la decimoprimera defensa del título que hacia el campeón leonés. Récord de defensas continentales, y era una defensa voluntaria.
Al contrario de lo que estamos acostumbrados en Castañón, en esta ocasión el que salió imponiendo su boxeo fue el santanderino Lastra que dominó el primer asalto como cuando conquistó el título mundial. Lastra se mostró peligroso, moviéndose bien y llevando el ritmo del combate. En el segundo asalto el campeón más sereno empezó a imponerse y controlar el asalto, sin embargo, Lastra comenzó a hacer marrullerías y agarrarse e incluso golpeó con la cabeza, por lo que fue llamado al orden por el árbitro. Algo parecido sucedió en el tercer asalto, Castañón salió a controlar el asalto sin prisa, pero se dio cuenta de que Lastra, según trascurría el tiempo, iba perdiendo fuelle y no inquietaba al campeón en ningún momento.
Entonces llegó el cuarto asalto y viendo que la resistencia del cántabro no le inquietaba, decidió lanzarse al ataque y seguidamente un derechazo cazó a Lastra que se fue al suelo de la potencia de la derecha de Castañón. El árbitro hizo un favor a Lastra, al alargar la cuenta de protección, cuando mandó continuar Castañon no se lo pensó y volvió a la carga, Lastra se agarraba para evitar ser golpeado, pero lo que tenía que ser fue y después de una serie rematada con una derecha el santanderino volvía a caer, pero en esta ocasión fue definitiva al no poder levantarse.
Se habló de la decadencia de Lastra y que lo mejor que podía hacer era dejar el boxeo, pero sorprendió a todo el mundo al noquear al francés Laurent Grimbert y luego conquistar el título nacional ante el balear José Luis Vicho, al que derrotó en un solo asalto (foto de abajo).
El año 1981 fue el año de su declive, primero pierde el título ante Emilio Barcala y luego intenta recuperarlo contra Vicho, el hombre al que había derrotado en un solo asalto. Pero fracasó en los dos intentos.
Al año siguiente disputaría dos combates que perdería antes del límite, primero contra Isidoro Cabeza y la última pelea el 24 de julio de 1982 en la localidad vasca de Ordizia, contra Amalio Galán. Siendo la última pelea de su carrera profesional.
Después desapareció del boxeo sin decir nada y sin dar explicación alguna, manifestaría con el tiempo que se “pelearan” los promotores que eran los que se llevaban el dinero y que el boxeo era una mafia. Al cabo de un tiempo el hombre que supo de las mieles del triunfo, al haber ganado un título mundial desapareció, pasando de la fama del ring, al anonimato de un andamio para trabajar de albañil.
A partir de entonces dejó de estar vinculado a todo lo relacionado con el boxeo y dejó de acudir a las veladas de boxeo, pero con los años tuvimos la suerte de conocerlo.
En el año 2002 coincidí con el campeón en Santander, durante los campeonatos de España amateur. Tuvimos varias charlas y hablamos de muchas cosas interesantes, durante una de ellas coincidió con nosotros el entrenador de baleares Ángel Aranda.
Como profesional llegó a disputar 54 combates, con 38 victorias, 13 derrotas y 2 combates nulos.
Hoy a los 67 años y con muchos años de retraso se reconoce sus méritos y este reconocimiento es el premio a un gran boxeador, que esta en los libros de oro de nuestra historia.