Hace unos días, e imitando la categoría Bridgerweight que lleva ya tres años implantada en el Consejo Mundial de Boxeo, la WBA decidió la creación de una división entre el peso crucero y el pesado.
La nueva partición, ya comentada en estas líneas, ha sido llamada Supercrucero por parte de la Asociación y ya ha recibido sus primeras críticas por parte de la Organización Mundial de Boxeo. Ha sido el mismísimo presidente, Francisco Valcárcel, quien ha resumido la postura de la WBO en redes sociales; dicho estamento y la IBF aún mantienen las diecisiete categorías de las últimas décadas.
«Tener las 17 divisiones en el boxeo profesional es más que suficiente. Los semipesados y los cruceros, en un rango de las 175 a las 200 libras (desde los 79 a los casi 91 kilos) ya son pesos con poca animación, así que imaginad una extensión del crucero. Los cambios no siempre son buenos y muchas veces, intentando mejorar, se daña la imagen del boxeo. Hay veces que el remedio es peor que la enfermedad», señaló el máximo responsable de la WBO.