Una de las claves para los boxeadores profesionales es seguir una alimentación adecuada. Solo así consiguen mantener un rendimiento adecuado, no solo sobre el ring, sino también en cada una de sus sesiones de entrenamiento. Sin embargo, tanto los púgiles como sus entrenadores guardan con mucho recelo los secretos de su dieta… por eso aquí te revelamos algunos de los más importantes ajustes de los grandes luchadores antes de cada combate.
No todo es contar calorías
La dieta de un boxeador profesional no solo consiste en consumir las calorías justas y necesarias para entrenar. En los días previos a una pelea, los boxeadores tienen que encontrar un delicado equilibrio entre mantenerse fuertes y evitar aumentar el peso máximo al que tienen que ajustarse. Aunque algunos piensan que la preparación consiste en comer menos para cumplir con las categorías, la realidad es mucho más compleja.
La manipulación de los macronutrientes, como los carbohidratos y las grasas, es uno de los secretos de los púgiles y sus preparadores. Durante la etapa inicial de la preparación, los boxeadores consumen una gran cantidad de carbohidratos complejos (véase arroz integral, avena o batata), lo que les ayuda a tener energía sostenida. Durante los entrenamientos más intensos se suele añadir alimentos de consumo fácil y rápido, pero que ayuden a mantener un control nutricional adecuado, por lo que las barritas preferidas de los boxeadores entran en la ecuación.
Es la semana antes de la pelea cuando las cosas empiezan a cambiar: se reduce significativamente la ingesta de estos carbohidratos, lo que obliga al cuerpo a quemar grasa como fuente de energía. Así es como pierden peso de forma rápida sin sacrificar fuerza o masa muscular.
Aunque la reducción de carbohidratos es bastante efectiva, también es una estrategia que requiere un control muy preciso. La falta de experiencia puede llevar a la fatiga o una falta de energía durante la pelea, por lo que la supervisión de los nutricionistas deportivos es importantísima.
Comer es importante, pero la hidratación también
Un factor que suele ignorarse a menudo es también la manipulación de la hidratación previa al pesaje. Los boxeadores amateur suelen tener un menor control del mismo, pero en los combates profesionales cada gramo cuenta. Para bajar el peso, los púgiles controlan su consumo de líquidos de manera estricta. La semana antes del pesaje, suelen reducir la ingesta de agua de manera controlada, para perder así el “peso de agua”, permitiendo una bajada de peso muy rápida.
Por supuesto, esta técnica también es arriesgada, por eso pocos la mencionan. El cuerpo necesita agua para mantener funciones esenciales como la regulación de la temperatura y la salud cardiovascular. No controlar esta fase puede dejar al boxeador vulnerable a lesiones o perder mucho rendimiento. Los planes de rehidratación también son importantes, y suelen incluir ingesta de bebidas ricas en electrolitos para recuperar el equilibrio perdido.
Un problema que puede llegar por el periodo de rehidratación es la hinchazón asociada al mismo. Los boxeadores suelen recuperar hasta seis kilos 24 horas antes de la pelea gracias a esto, pero puede causar malestar que, como consecuencia, reduce el rendimiento el día de la pelea.
La dieta de un boxeador profesional tiene que ser una ciencia precisa en la que nada se deja al azar. Los alimentos, las bebidas y los suplementos se calculan al milímetro para que el día de la pelea, el rendimiento sea el máximo.