Lanzarote Deportiva
Mariano Hilario “Tiburón” descansa ya con el consuelo de haber mantenido el cetro europeo. Lo hace en Lanzarote, con los suyos, con su familia, con sus amigos y con todos esos que le animaron para que el sábado siguiera manteniendo el cinturón en su palmarés. “Ahora una semana de vacaciones para recuperar, sobre todo mentalmente, que es lo que más falta me hace, y después entrenar y esperar a la productora a ver que hacemos en los meses siguientes, pero antes descansaremos 3 ó 4 días en Lanzarote, dependiendo de lo que nos diga el mister”, confiesa el hispano-dominicano.
Todavía vuelca la mirada atrás y piensa en el combate con Roberto Cocco. “Fue difícil”, comenta, “sabíamos que venía a por todas y me complicó bastante la pelea. Un boxeador muy duro, muy experimentado… metía mucho la cabeza, sabía los golpes que debía tirar…. Pero se desarrolló bien el combate y pudimos ganarlo”, añade.
Precisamente el acto de meter la cabeza y empujar con ésta fue una de las cosas que el público le achacaba al italiano y una de las razones por las que “Tiburón” no se sentía cómodo en el ring. “Estaba agobiado”, explica, “una vez que mete la cabeza me rompe a mí toda mi estrategia de combate porque yo no preparé el combate para pelear a la distancia con él, sino desde fuera y el hecho de meter la cabeza me paraba y me rompía, por eso lo pasé mal”.
Hay dos cosas que permanecerán en el recuerdo imborrable del púgil de la escuela Palenke. Una de ellas fue el momento en el que el speaker dio su esquina como ganadora “la pelea fue muy dura, 12 asaltos en donde lo aguanté muy bien, esperaba que fuera a ganar pero siempre es un orgullo para un boxeador que te digan que eres el ganador” y la otra lo acontecido en el último asalto. El público que llenaba el Pabellón Municipal de Teguise se levantó de sus asientos y al unísono gritaba “¡¡¡¡Tiburón, Tiburón!!!!”, actitud esta que fue respondida en el ring por el púgil local. “La afición ha hecho un trabajo excelente animando y los gritos de ánimo hicieron que me viviera arriba. Ellos me ayudaron para que en el último asalto pudiera meterle una mano y tirarlo y creo que con esa caída se decantó el combate”.
El campeón de la Unión Europea tiene claro cuál es la clave para seguir sumando éxitos. “Hemos entrenado bastante para ello y ha quedado demostrado. Si no entrenas no aguantas y si no aguantas no ganas. Ahora hemos ganado y tenemos que mirar para adelante y seguir entrenando duro” y para ello se prepara porque “ya hay un aspirante que me seleccionó la EBU, Cristian Sanavia, un italiano, zurdo, experimentado, más pequeño que yo y no sabemos si el combate será aquí o en Italia….así que a prepararnos y a seleccionar una buena táctica”.