Daniel Pi
@Bastionboxeo
Con la retirada del boxeo profesional de Katsunari Takayama, campeón WBO e icónica figura del peso mínimo, el tailandés Wanheng Menayothin, cuyo nombre real es Chayaphon Moonsri (46-0, 17 KO), monarca WBC, no ha hecho más que ver afianzada su posición de púgil a batir y de indiscutible número uno de la categoría. De todos modos, es otro el motivo que le está valiendo más notoriedad, puesto que ni sus seis defensas ni sus victorias sobre rivales como Oswaldo Novoa o Saúl Juárez han llamado la atención sino sus cuarenta y seis triunfos sin derrotas, que le han situado a tres victorias de igualar el récord de imbatibilidad de Rocky Marciano y Floyd Mayweather Jr.
Dejando al margen que los logros de estos tres púgiles no resultan equiparables a pesar de los números, ya que, por ejemplo, el tailandés ha afrontado, como es típico en su país, una ingente cantidad de peleas de rodaje ante rivales muy asequibles, Moonsri intentará dar un paso más en la consecución de una nueva mejor marca este sábado, en el que buscará su séptima defensa, en Bangkok, Tailandia, ante el cuarto clasificado WBC Omari Kimweri (16-3, 6 KO), púgil tanzano residente en Australia.
Como siempre, Moonsri será amplio favorito para hacerse con la victoria, pero en esta ocasión lo será por múltiples motivos. Y es que no sólo peleará como local, ante un rival menos rodado (no combate en 14 meses) y con mucha menor experiencia, sino que supera de forma evidente a su retador en cualidades boxísticas. Kimweri cuenta con una notable agilidad natural y en ocasiones ofrece destellos defensivos de calidad, pero basa sus combates en unas heterodoxas embestidas con curvos abiertos que pueden ser muy fácilmente contragolpeables, especialmente para un púgil tan sólido como Moonsri, que nunca se expone innecesariamente, que es muy astuto y que combina curvos con gran destreza y variedad.
Por otro lado, cuando “Lion Boy” no se vuelca al ataque precipitadamente, suele mostrar falta de resolución y su jab es poco decisivo, por lo que Moonsri, que sabe usar muy bien el uno-dos y el dos-uno con variación de altura y que posee un potente directo de mano adelantada, debería, como hizo Randy Petalcorin en su controvertida derrota, presionar intensamente y hostigar a un Kimweri que no suele desenvolverse bien sin espacios. Con todo, Moonsri no deberá confiarse, ya que en la falta de ortodoxia ofensiva reside el mayor peligro del aspirante, que siempre logra sorprender a sus rivales con toscos pero inesperados golpes de poder.
El ganador del encuentro deberá hacer frente, quizás antes de que termine el verano, a Leroy Estrada (16-2, 6 KO), púgil panameño que el pasado sábado venció contra pronóstico al exretador Saúl Juárez para convertirse en retador oficial.