La WBA celebró la semana pasada su convención anual en Orlando (Estados Unidos), en la que Gilberto Mendoza presentó una sobresaliente mejoría en la economía del organismo. Como el resto de entidades que reparten cinturones en el boxeo profesional, la WBA no es una federación olímpica, sino un organismo privado.
En los últimos doce meses, la WBA ha sancionado 400 peleas según BoxingScene, una cifra que solo puede alcanzarse con la proliferación de títulos con mínima importancia deportiva.
La explicación de la creación de estos cinturones va directamente ligada a la economía de la WBA, ya que el 67% de sus ingresos provienen de tasas. Los ingresos de la WBA superaron los 5.760.000 €, un incremento en el que casi se duplica la cantidad del ejercicio anterior.
El presidente de la WBA recibió una «compensación» de 575.000 €, al mismo tiempo que calificó de beneficiosa la relación con Riyahd Season.