Manuel Valero
@Manu_Valero
Tommy Morrison, excampeón mundial pesado WBO ha fallecido este domingo a los 44 años tras llevar varias semanas mantenido con respiración asistida y sin poder hablar. Su muerte se ha producido por el Síndrome de Guillain-Barré, enfermedad asociada al VIH que ataca a los nervios, teniendo fallos en el cerebro, músculos y órganos. Así lo confirmó su mujer.
“La gran esperanza blanca” fue uno de los mejores pesos pesados de los años 90, además de ser famoso por su historia fuera del ring. Su apodo era “The Duke” en honor a su tío-abuelo, el legendario actor John Wayne.
Morrison también estuvo ligado al cine, apareciendo en Rocky V como “Tommy Gunn”. Sylvester Stallone lo vio en una de sus primeras peleas y quiso contar con él.
En la película, Gunn aprende de un Rocky Balboa en sus últimos momentos, imitando sus movimientos. Gracias a Balboa, Gunn consigue disputar el título de los pesados, que gana a pesar de las críticas.
Después de esta pelea, Gunn quiere demostrar que es mejor que Balboa y pelean en la calle, ganando la pelea el papel interpretado por Stallone.
Como boxeador destacó por su gran pegada, principalmente su izquierda, y su mal encaje.
Comenzó su carrera como profesional con 28 combates, todos ganados y 23 de ellos por KO, lo que le hizo disputar el título mundial WBO frente a Ray Mercer en 1991, perdiendo por KOT en el quinto después de recibir una paliza por parte de su oponente.
Con ocho victorias antes del límite seguidas, volvió a pelear por el título mundial WBO, proclamándose campeón del peso pesado frente a George Foreman por decisión unánime.
En 1995 perdió por KOT en el sexto round frente a Lennox Lewis. Después de esta pelea, Don King le firmó un contrato por tres peleas a razón de 38,5 millones de dólares y la última de estas frente a Mike Tyson.
El 10 de febrero de 1996, justo cuando mejor marchaba su carrera antes de enfrentarse a Arthur Weathers en una pelea ofrecida por Showtime, su preparador le comunicó que había dado positivo, y no por dopaje, sino por VIH. El americano abandonó Las Vegas y se negó a aceptar que era portador de VIH a pesar de los exámenes médicos. La licencia le fue retirada.
A pesar de haber dado positivo por VIH, disputó un combate más en 1996, en Japón frente a Marcus Rhode al que ganó por TKO en el primer asalto. De haber sufrido un corte en esa pelea, habría sido parada por el árbitro, pues esta enfermedad se puede transmitir por la sangre.
En 2007 regresó y ganó dos combates más por KO, el último en 2008 en México en una velada encabezada por Julio César Chávez Jr.
Morrison proclamó no ser portador VIH al dar los test negativos para conseguir su licencia, aunque tiempo después se demostró que dichos test fueron falseados por gente del equipo de Morrison.
Descanse en paz.