Daniel Pi
@BastionBoxeo

El mercado televisivo para el boxeo en Estados Unidos está cambiando, siendo muchos agentes relevantes de la industria los que consideran que el pago por visión tiene cada vez menos cabida y que resulta mucho más importante fidelizar a la audiencia con moderadas cuotas mensuales a largo plazo, por ejemplo a través de las plataformas de streaming. También, existe una extendida corriente que sostiene que en la televisión en abierto los promotores pueden lograr tantos ingresos o más si se consigue ofrecer un gran producto que aúne la atención de la dispersa audiencia estadounidense, cosa que conllevaría el pago de ingentes sumas por parte de los anunciantes, como sucede por ejemplo con la Super Bowl de fútbol americano.

No obstante, la promotora que actualmente se nutre más en suelo norteamericano con el pago por visión, Golden Boy Promotions, está muy lejos de aceptar estas teorías. Así, en el semifondo del mayor evento de PPV del año 2018, estelarizado por la revancha entre Gennady Golovkin y Saúl Álvarez, que costará nada menos que 73 euros para los telespectadores estadounidenses y que se espera que se acerque a los dos millones de ventas, se producirá la aparición de quien la promotora dirigida por Óscar de la Hoya considera la gran estrella que sucederá a “Canelo“ como cabeza visible del pago por visión.

Éste es el campeón mundial WBO del peso superwélter Jaime Munguía (30-0, 25 KO), que es plenamente consciente de la confianza que se está depositando en él y de los ambiciosos planes de futuro que para él se dibujan respaldando al que muchos creen que es el combate del año. Por ello, el mexicano, que nunca ofrece una pelea aburrida, está obligado a firmar una tremenda actuación para que los proyectos no sufran ni el más mínimo obstáculo.

Con todo, en esta ocasión quizás arrollar por tamaño, peso tras rehidratación, pegada y brutalidad ofensiva no sea suficiente, siendo necesario también que muestre vitales mejoras defensivas. Y es que en su duelo más reciente, su primera defensa ante Liam Smith, este apartado fue realmente despreciado por el jovencísimo titular, cosa que hizo que su triunfo fuese más trabajado de lo que se consideraba necesario. El primero en ser consciente de ello es el propio Munguía, que tanto después del encuentro ante el británico como durante su campamento para su segunda defensa manifestó la necesidad de pulir su boxeo:

“Quiero mejorar mi defensa, mi distancia y todo lo que necesito. Mi carrera ha progresado muy rápido pero antes que nada tengo que mejorar todo lo que me falló en la anterior pelea. Mi punto más débil fue mi concentración, sólo me concentré en lanzar puños intentando noquearlo. No es una excusa, tengo mucho que aprender de esa pelea y ejecutarlo en mi siguiente defensa. No me perdáis de vista, voy a mejorar todos mis errores y en el siguiente combate veréis otro Jaime Munguía”.

El púgil que servirá como test para estas pretendidas mejoras y quien intentará contribuir a entretener al numeroso público asistente al T-Mobile Arena de Las Vegas (Estados Unidos), será el excampeón de Canadá del peso superwélter Brandon Cook (20-1, 13 KO), que iba a ser el oponente del excampeón del peso wélter Kell Brook el 28 de julio hasta que una supuesta lesión de tobillo del exmonarca lo impidió (los rumores dicen que en realidad Brook, a falta de dos semanas para el combate, estaba a una distancia enorme del límite del peso superwélter).

El aspirante no es un mal boxeador, al contrario, es bastante sólido, y su fortaleza, su tenacidad y su frialdad para no dejarse intimidar por la potencia de golpeo es lo que le otorgó el mayor triunfo de su carrera, el conseguido por KOT ante un invicto prospecto de gran pegada como Steven Butler, duelo que recibió mucha atención cuando tras la conclusión Cook fue alcanzado en la cabeza por un cubo lanzado desde el ringside.

Sin embargo, pese a sus cualidades, en su combate más importante, el que disputó casi a modo de eliminatoria final ante Kanat Islam, evidenció su insuficiente técnica, su falta de velocidad y su poca variedad de recursos para doblegar a los boxeadores del top 15, cayendo por ello de forma contundente. Es por dichas carencias, y aunque Cook cree que tiene la pegada necesaria para amedrentar al monarca y posee un peligroso curvo de derecha, que las apuestas dan una amplísima ventaja a Munguía, que sólo por su agresividad desbordante y su superior cadencia de golpeo ya podría imponerse de forma evidente, más aún todavía si como pretende no desprecia tanto esta vez las labores defensivas.

En el pesaje, Munguía dio 69,853 kg y Cook 69,513 kg, por lo que no se superó el límite del peso superwélter (69,9 kg). El evento, televisado en Estados Unidos por HBO en modalidad de pago por visión, dará inicio a las 2:00 de la madrugada del sábado al domingo en hora española.

Antes del Munguía-Cook se producirá un choque de pegadores del peso medio que se espera realmente emocionante. En él se verán las caras el ligero favorito en las apuestas, el canadiense, excampeón mundial, David Lemieux (39-4, 33 KO) y el heterodoxo irlandés, 3º WBA y WBO, Gary O’Sullivan (28-2, 20 KO), encuentro que podría dejar imágenes muy dispares por la elevadísima toma de riesgos del imprevisible “Spike” y que decidirá, por su condición de eliminatoria WBA, al siguiente rival del vencedor del Golovkin-Canelo. Además, iniciando la emisión, el nicaragüense Román “Chocolatito” González (46-2, 38 KO) mostrará cuál es su estado físico, y sobre todo mental, tras el KO padecido ante Wisaksil Wangek y se preparará para una gran pelea en 2019 (puede que una aparición en SuperFly 4) enfrentándose en el peso supermosca al mexicano, excampeón del peso mínimo, Moisés Fuentes (25-5-1, 14 KO), púgil en crisis, vencido en un round por Daigo Higa el pasado febrero y del que muchos esperan que no pueda ofrecer excesiva resistencia ante el extop 3 de todos los pesos.