Darío Pérez
@ringsider2020
En velada disputada en San Antonio y promovida por Matchroom Boxing, el campeón mundial supergallo IBF y WBA Murodjon Akhmadaliev (11-0, 8 KO) se impuso con autoridad al aspirante estadounidense Ronny Ríos (33-4, 16 KO). El uzbeko mostró, una vez más, su clase, dominando con su exquisita técnica a Ríos desde el primer toque de campana e intensificando sus acciones en el cuarto asalto, donde el retador pasó serios apuros ante el ataque de Akhmadaliev.
Pocas novedades ofreció la contienda con el paso de los rounds, acumulándose castigo sobre Ríos por parte de un excelso campeón que permanecía tranquilo según transcurrían las hostilidades. El estadounidense aguantó, sin embargo, cada parcial con tesón y buen encaje, teniendo algún momento de buen boxeo agresivo como en el décimo asalto, pero sin poner nunca en serios aprietos a Akhmadaliev. En el duodécimo, Ríos puso rodilla en tierra tras duros golpes recibidos y el árbitro paró, quizá de manera precipitada, el pleito a un minuto del final suponiendo la inferioridad del americano.
Además, se disputó el mundial unificado (IBF, WBA, WBC y WBO) femenino del peso wélter entre la campeona Jessica McCaskill (12-2, 5 KO), que retuvo sus coronas, y la mexicana Alma Ibarra (10-2, 5 KO). La tónica del pleito fue la de espectaculares intercambios de manera continua, mostrando una constante sensación de que cualquiera podía acabar la pugna en un momento dado. Sin embargo, la esquina de Ibarra decidió (tras entrar la boxeadora en un ataque de pánico y decirles que «quería volver con vida a casa») no salir al cuarto asalto, y los espectadores nos quedamos con ganas de más acción.
Además, el peso pluma Raymond Ford (12-0-1, 6 KO) se impuso tras diez asaltos a Richard Medina (13-1, 7 KO) con puntuaciones de 100-90, 100-90 y 99-91. Ford fue mucho mejor que su compatriota estadounidense y demostró estar listo para acechar los títulos mundiales en una difícil categoría.