Daniel Pi
@BastionBoxeo

Las cosas difícilmente podían pintar mejor inicialmente para la rama del peso gallo de la segunda temporada del torneo World Boxing Super Series, con tres de los monarcas mundiales participando y dos grandes duelos muy esperados teniendo una muy buena posibilidad de verse materializados debido a cómo estaban configuradas las eliminatorias: el aguardado Inoue-Tete precedido en semifinales por la unificación Tete-Burnett.

Con todo, después de la desafortunadísima lesión de espalda sufrida por Ryan Burnett en el cuarto asalto de su combate ante Nonito Donaire (39-5, 25 KO), esta misma semana se ha producido un varapalo definitivo al interés del proceso eliminatorio, puesto que el sudafricano Zolani Tete, monarca mundial WBO, se ha retirado también del torneo por una lesión de hombro, haciendo que el ganador final de las WBSS no pueda conseguir ya tres coronas mundiales, sino dos, ni el prestigio que conlleva haber superado a lo mejor de lo mejor de la categoría.

Sin duda, Donaire, un boxeador competitivo y con muy buenos modales, no querría ser el beneficiado por dichos infortunios, pero el caso es que, aunque al inscribirse en el torneo era considerado por muchos como una víctima propiciatoria por su edad y por el brusco descenso de división realizado, por casualidades del destino ha terminado teniendo una buena opción de disputar la final, en la que, si todo sale del modo que los expertos prevén, podría terminar pugnando por el número 1 de la categoría y dos coronas mundiales en un gran estadio de Japón ante “Monster” Inoue.

Para ilustrar el cambio de opciones de Donaire, que se coronó campeón mundial WBA del peso gallo por la lesión de Burnett, hay que señalar que, de estar entre los cuatro y cinco euros como no favorito ante Tete, el filipino ha pasado a ser favorito amplísimamente para imponerse a su nuevo adversario, el estadounidense Stephon Young (18-1-3, 7 KO), rival de sustitución por cuya victoria se pagan entre 10 y 18 euros por euro apostado.

Como anécdota vale la penar añadir que originalmente el ahora retador ni siquiera era el primer suplente para la semifinal Donaire-Tete, sino que este era Nikolai Potapov, al que se iba a medir en una revancha en el respaldo, aunque el ruso también terminó estando incapacitado para participar y fue sustituido a última hora por Daniel Lozano, escalando Young hasta la posición de suplente preferente.

Si nos olvidamos de la decepción general e intentamos ser objetivos, Young no es verdaderamente un mal púgil, de hecho, aunque esté posicionado como 91º en BoxRec, es un boxeador que tiene buena técnica, rapidez de manos, agilidad, dinamismo y una cierta variedad de recursos, habiendo evitado la derrota ante dos top 15 como el citado Potapov y el una vez retador mundial Antonio Nieves. No obstante, por su falta de claridad de golpeo, su insuficiente contundencia y su irregularidad ofensiva, ante ambos sólo pudo sumar un empate, mientras que posteriormente a duras penas pudo vencer de forma mayoritaria al aguerrido pero desafortunado en veredictos Juan Antonio López, sufriendo finalmente el pasado año su primera derrota contra pronóstico en una eliminatoria contra el visitante filipino Reymart Gaballo, que incluso le derribó.

Por todo ello, y como Donaire no estaba dando una muy mala sensación en lo que se prolongó su combate de cuartos de final ante Burnett y no parece acusar graves problemas de rendimiento pese a haber descendido del peso pluma al peso gallo, se considera que “The Filipino Flash” tiene la experiencia y las cualidades para hacer su victoria inevitable con tal de que pueda utilizar aunque sea un ápice del que fue uno de los boxeos más temibles que en su historia han presenciado las divisiones más ligeras, coronado en cuatro de ellas durante su trayectoria.

El mejor planteamiento que Young puede ofrecer es pelear explotando sus capacidades físicas y lo que mejor sabe hacer, o sea, apoyarse en un boxeo muy dinámico y elusivo y evitar ser un blanco claro, consiguiendo al menos con sus velocísimos contragolpes y su astucia sin iniciativa lo suficiente para mantener la pelea contendida e intrincada y aspirar a una lectura de tarjetas que pueda ser favorable al hacer del choque, de nuevo, uno de difícil lectura. Aun así, si la edad y el cambio de peso se lo permiten y Donaire consigue mantener sus pies ligeros, eventualmente debería lograr encerrar a su adversario, alcanzarlo en desplazamientos o cazarlo con golpes de poder cuando arremeta, pudiendo causar los suficientes estragos como para convencer a los jueces o incluso no necesitar recurrir a ellos.

Si Young combate en su mejor versión, tiene las armas para dar una imagen superior a la que las apuestas pueden sugerir. Con todo, su falta de capacidad para romper las pugnas y sus problemas para capturar los asaltos de forma indudable son un gran pero ante cualquier boxeador, más aún contra uno con el prestigio y con los logros de Donaire.

La victoria de Donaire se paga a 1,03 € por euro apostado, mientras que la de Young a 11,00 €. Además hay opciones para apostar a múltiples resultados del combate.
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En la madrugada del sábado al domingo, desde las 3:00 h, Eurosport 2 emitirá el evento en el que se encuadrarán los mundiales Donaire-Young y Prograis-Relikh.