
Redacción ESPABOX
Las malas noticias han seguido llegando desde Riad, en el torneo que organiza la comisión del entretenimiento de Arabia Saudita (Riyadh Season) junto al Consejo Mundial de Boxeo. Todos los españoles y residentes han perdido en esta primera fase, por lo que no habrá ningún representante de nuestro boxeo siquiera en octavos de final.
Ayer empezábamos con mal pie tras caer Yazid Ezzaidani en lo que, para su desgracia, ha sido el KO más espectacular y más visto en redes de la jornada donde se disputaron los combates del peso pluma. Hoy a mediodía, ya en el día perteneciente al superligero, Jokin García no podía anotarse un triunfo que confirmase su buen momento tras el cinturón nacional de hace unas semanas.
Los peores presagios, esos de los más negativos futurólogos a los que el boxeo español llevaba semanas callando con su buen hacer internacional, se han cumplido en esta ocasión. Olmo de Paz (12-2, 5 KO) ha cedido frente al turco Efe Derin Konuk (13-0-1, 7 KO). Ha sido uno de los choques menos intensos de la jornada, donde el otomano tampoco era la fiera que nos habían pintado, pero el gallego no ha sabido aprovecharlo. Dio la sensación de que, si hubiera apretado un poco, De Paz podría haberse anotado algún asalto más, siendo más fuerte que su rival, pero no terminó de encontrar su ritmo y, aunque terminó con buenos intercambios pudiendo dañar al rival, perdió por 59-55 (desmedido), 58-57 y 58-56.
Finalmente, Elianel Guerrero (9-1, 5 KO), dominicano residente en nuestro país y con equipo español al mando, tampoco pudo superar a Carlos Utria (10-0, 10 KO), colombiano que demostró durísima pegada, como hacía presagiar su récord, y ser muy superior a Guerrero. Tras un primer round sin apretar las acciones, el cafetero derribó al discípulo de Iván Salcines en tres ocasiones, llegando el KO técnico (incluso tardío, pues el árbitro debió parar antes las acciones) en el segundo parcial.
Un torneo adverso para el boxeo español, pues aquí no tratamos de ocultar la realidad con buenas palabras, donde nuestros representantes no han podido estar a la altura en lo que representaba una excelsa ocasión de progresar económica y deportivamente. Toca desear lo mejor a todos ellos en sus próximos compromisos, reflexionar sobre si hacer las carreras con tanto rival demasiado asequible es lo más adecuado para el desarrollo de los deportistas y pedir que nuestros próximos púgiles en el extranjero corran mejor suerte.