El pasado sábado en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Sigüés (Zaragoza) se celebró la tercera entrega del Trofeo ESPABOX-IGNACIO ARA, que premia a los mejores boxeadores españoles de cada año. AQUÍ INFORMÁBAMOS DE ELLO.
Han pasado ya por la localidad natal de Ignacio Ara campeones mundiales como Javier Castillejo o Gabriel Campillo, campeones de Europa como Alfredo Evangelista, Sergio García, Alfonso Redondo, José Luis Navarro, Óscar García Cano, Abigail Medina o Juli Giner, además de otros excelentes púgiles.
Ignacio Ara fue un púgil nacido en 1909 en Sigüés (Zaragoza), doce veces campeón de España del peso medio y tres del semipesado entre 1942 y 1947, campeón de Europa del peso medio en 1932, disputó dos veces el título mundial del peso medio, realizó más de 200 combates como profesional, el que más en la historia pugilística española y nunca perdió por KO peleando contra los mejores púgiles mundiales de su peso en distintos países del mundo. Su calidad técnica, su inteligencia, su rapidez de movimientos, su pegada, su completo boxeo, le hicieron ganarse el apodo de “El Catedrático de las doce cuerdas”
Este año se premió con su estatuilla, entre otros, al fallecido púgil zaragozano Perico Fernández, campeón mundial, europeo y español, que fue varias veces el mejor púgil español del año en la década de los setenta y los ochenta del pasado siglo. Fue campeón de España, de Europa y del mundo en el mismo año, en 1974.
Su récord profesional fue de 82-28-15, 47 KO, con 3 títulos de España del ligero, 2 de España del wélter, 2 títulos de Europa del ligero, 2 de Europa del superligero y 2 mundiales WBC del superligero.
Recogió la estatuilla su hijo mayor, Pedro Fernández, que nos contó cómo era su padre, sus anécdotas y su relación familiar.
Recordó la dura infancia de su padre. “Se crio en un hospicio, no tuvo padre ni madre, y eso le generó un carácter duro”. Perico tenía una forma de ser muy peculiar. “Mi padre era muy de vivir la vida a tope y de hacerlo todo ya. Por eso fue en un año (1974) campeón de España, de Europa y del mundo”.
Perico Fernández nació boxeador. “Al gimnasio iba lo justo. Nació para ser boxeador, era algo innato”. Y terminó siendo pintor. “Con lo bruto que era, pintaba muy bien”.
Y en Zaragoza todavía se le recuerda. “No tuvo mucho reconocimiento en vida, pero ahora hay un centro deportivo con su nombre”.
Entregó los premios el alcalde de la localidad de Sigüés, D. Eduardo Abadía:
Este es el vídeo-homenaje a Perico Fernández: