Daniel Pi
@BastionBoxeo
Se suele decir que determinados promotores tienen relaciones extrañamente buenas con ciertos organismos, que clasifican a los boxeadores de las compañías afines de forma desproporcionadamente elevada, tanto que incluso se llega a sospechar de un trato de favor. Estas acusaciones han salpicado a todos los organismos sin excepción alguna, pero el caso de la WBO y su conexión con las empresas de Bob Arum y Frank Warren es especialmente llamativo.
Centrándonos en Top Rank, en los últimos tiempos sus boxeadores han accedido a mundiales de forma tan recurrente que muchos piensan que ello va más allá de lo que se puede justificar por el poderío de los púgiles de la compañía.
Por ejemplo, se produjo el cuestionado asalto al cinto vacante WBO del peso ligero de Raymundo Beltrán ante el veterano, sin victorias relevantes recientes, Paulus Moses, esperándole una defensa obligatoria ante otro miembro de Top Rank como José Pedraza. También, Gilberto Ramírez accedió como aspirante oficial al mundial del supermedio, siendo su primer retador obligatorio un compañero de escuadra como Jesse Hart, que es de nuevo su aspirante oficial para esta temporada. Los casos no terminan aquí y, sin pretender hacer una enumeración exhaustiva, se pueden mencionar otros boxeadores de Top Rank como Óscar Valdez o Andy Ruiz, que también fueron seleccionados como aspirantes oficiales para pelear por coronas vacantes, o como Álex Saucedo, que en unos meses peleará como retador obligatorio contra el campeón Maurice Hooker.
Así, teniendo en cuenta el excelente posicionamiento en el organismo de todos los prospectos de Top Rank y la designación de boxeadores innecesariamente asequibles como aspirantes obligatorios WBO para sus campeones, incluso para boxeadores top de todos los pesos como Crawford y Lomachenko, que han dominado las divisiones del peso pluma, peso superpluma, peso ligero, peso superligero y peso wélter del organismo, la hegemonía de la compañía de Bob Arum en la Organización Mundial de Boxeo parece casi absoluta y se extiende con fichajes como el de Isaac Dogboe, campeón WBO del supergallo. Todo ello sin poder pasar por alto que los boxeadores de Frank Warren ocupan otra buena parte de los aspirantes oficiales y de los boxeadores estupendamente clasificados en la WBO, lo merezcan o no, y que las divisiones más ligeras son pasadas por alto en gran parte por la mayoría de los grandes promotores.
Siguiendo esta línea de continuas oportunidades para Top Rank, y aunque ni mucho menos es el mejor púgil disponible en el peso superpluma, este sábado en el Kissimmee Civic Center de Kissimmee (Estados Unidos), el boxeador de Bob Arum Christopher “Pitufo” Díaz (23-0, 15 KO) (en la imagen), que no ha superado ni a un solo boxeador del top 15 ni a un rival de nivel alto, accede al campeonato por el cinturón mundial vacante WBO del peso superpluma ante el japonés Masayuki Ito (23-1-1, 12 KO), considerado por muchos una víctima propiciatoria para que el prospecto puertorriqueño se encumbre en el organismo con sede en Puerto Rico.
No obstante, parece inapropiado subestimar a Ito, puesto que ha rendido a un buen nivel en el complicado ámbito nacional japonés y ha llegado a ser monarca continental OPBF, mostrando en su recorrido grandes acciones defensivas, una peligrosa derecha a la contra y una técnica realmente buena. Pese a ello, Díaz partirá como favorito en las apuestas con cierto margen, principalmente en virtud a su ventaja en velocidad de manos, pegada y explosividad, elementos añadidos a su mayor variedad de recursos.
Así, y con Ito renunciando muchas veces a aprovechar su agilidad de piernas para esperar las entradas de sus oponentes y contestar en base a ellas, un Díaz por lo general más móvil y activo con las combinaciones podría conseguir el margen para decantar de su lado la pugna, aunque deberá tener cuidado con su apertura de la guardia cuando lanza una ofensiva, puesto que ello será explotado por el preciso boxeador nipón. Sea como sea, ambos son dos boxeadores bastante veloces y hábiles, de modo que el combate podría dejar asaltos disputados hasta que uno de los púgiles encuentre los ajustes para romper el campeonato.
Con Díaz dando en la báscula 58,604 kg e Ito marcando 58,785 kg para el campeonato del peso superpluma (59,0 kg), todo está listo ya para el enfrentamiento, cuya retransmisión se producirá en Estados Unidos a través de la aplicación ESPN+. A partir de las 00:30 de la madrugada del sábado al domingo en hora española se emitirá el respaldo, con los dos combates principales del cartel (el semifondo será Gabriel Bracero vs. Artemio Reyes, peso wélter) programados hacia las 3:30.