Daniel Pi
@BastionBoxeo

Hay campeones que parecen tenerlo todo a su favor para alcanzar el éxito y el estrellato, mientras que otros parecen afrontar desde el comienzo impedimentos de la máxima relevancia. Difícilmente todo es blanco o todo negro en un reinado, pero el recorrido como monarca mundial IBF del peso mínimo de Carlos Licona (14-0, 2 KO) (en la foto) está lejos de iniciarse en condiciones ideales.

Su nombramiento como coaspirante al cinturón dejado por Hiroto Kyoguchi fue duramente cuestionado, ya que se consideró una de esas veces en las que la IBF, organismo con sede en Estados Unidos, premia injustificadamente a un púgil norteamericano, siendo cierto que Licona no parecía haber hecho más méritos que otros top 15. Además, su coronación ante el filipino Mark Anthony Barriga estuvo empañada por la polémica, valorando muchos de los presentes que Licona no mereció el triunfo dividido, si bien esta visión pudo estar condicionada por el hecho de que el enfrentamiento se produjo como cierre de velada tras el controvertido Wilder-Fury.

Finalmente, Licona es campeón en una división del peso mínimo que el gran público estadounidense a penas sabe ni siquiera que existe y que a nivel mundial cuenta con un déficit en número de boxeadores y, por lo tanto, de oportunidades.

En cualquier caso, aunque tiene muchos obstáculos que saltar, Licona está apoyado por PBC y este sábado, en el Microsoft Theater de Los Ángeles (Estados Unidos), participará por segunda vez en una destacada velada en suelo estadounidense, terreno casi vedado para los mundiales de la categoría de menos peso, por lo que, si bien no cuenta con el respaldo o la atención que podría recibir de haber nacido y combatido en Japón o en Tailandia, el hecho es que su posición no es tan mala como podría haber llegado a ser.

Para intentar borrar las cuestiones que generó su coronación, Licona afronta una primera defensa voluntaria exigente ante el joven surafricano DeeJay Kriel (14-1-1, 6 KO), que sin ser uno de los miembros de la élite de la división es un boxeador que de hecho, con sus buenos resultados en el duro circuito de su país y sus meritorias actuaciones ante boxeadores como Xolisa Magusha (lo derrotó dos veces) y Ayanda Dulani (un empate), ha mostrado más que el propio monarca mundial.

Como curiosidad y como ejemplo de que el ahora titular no había hecho lo suficiente para ganarse la oportunidad mundialista, vale la pena mencionar que, pese a no haber tenido un máximo cetro, actualmente Kriel es 14º en BoxRec y Licona es 22º, no estando ninguno de los dos en el top 10 de la prestigiosa lista Transnacional y siendo, respectivamente, 10º y 8º según The Ring.

Lo que deja claro esto, al fin y al cabo, es que el duelo Licona-Kriel está bien emparejado y no es una defensa sencilla de cara a la galería, sino que el campeón tendrá en frente a un púgil que, pese a sus limitaciones y a su rigidez en los movimientos, luchará por la victoria y podría alcanzarlo con sus poco convencionales combinaciones de rectos. Sin embargo, por una mera cuestión de fluidez, velocidad, orden y recursos, elementos añadidos a su condición de local, Licona debería poder lograr la victoria a ojos de los jueces y seguir evolucionando para prepararse de cara a los mayores retos en la división que tarde o temprano le alcanzarán.

Pese a ser parte del evento encabezado por el mundial del peso pluma entre Leo Santa Cruz y Rafael Rivera, el campeonato Licona-Kriel no será parte de la velada televisada y no se espera que pueda ser visto de otra manera que no sea desde un asiento del estadio.