Daniel Pi
@BastionBoxeo
Para los boxeadores españoles la temporada 2019 en el ámbito titular internacional comenzó hace dos semanas de manera inmejorable, con la victoria por KOT de Jesús Sánchez en Dinamarca ante Dennis Ceylan para convertirse en campeón de la Unión Europea del peso pluma. Pero este primer éxito es sólo un hito de un año que podría ser uno de las más cruciales que el boxeo español ha afrontado en el ámbito internacional desde hace considerable tiempo.
Además del ordenado campeonato de Europa del peso pluma entre Kiko Martínez y Andoni Gago o el campeonato de Europa del peso superpluma entre Juli Giner y Samir Ziani de este mismo sábado, no se puede pasar por alto que dos de nuestros boxeadores, que cuentan con una extraordinaria posición en las listas, afrontarán combates que podrían dejarles a las puertas de un mundial. Obviamente, estos son Kerman Lejarraga y Sergio García (28-0, 13 KO), el primero 2º WBC (sólo por detrás de Danny García) en el peso wélter y el segundo 4º en dicho organismo en la lista del superwélter.
Este año 2019 podría ver al de Morga en una gran pelea en Estados Unidos si lograse vencer a David Avanesyan en marzo, pero antes de ello, este próximo sábado en el fabuloso O2 Arena de Londres (Reino Unido), en el que tantos célebres boxeadores recientes han combatido, “El Niño” García disputará la primera defensa de su cetro de campeón de Europa del peso superwélter, conquistado el pasado septiembre con una clara victoria unánime sobre Maxime Beaussire.
Lo hará ante un boxeador que si bien todavía no es un gran conocido fuera de las Islas Británicas en ellas ya ha cosechado una considerable cantidad de seguidores, motivo por el que su promotor, ni más ni menos que Eddie Hearn, le ha premiado con esta pelea por el campeonato de Europa combatiendo como local y en el encuentro estelar de un evento. Este es el peleador Ted Cheeseman (15-0, 9 KO), apodado, en un juego de palabras con su apellido, “The Big Cheese”, expresión que se utiliza en inglés para referirse a personas insignes, con poder o con influencia.
Quizás, a primera vista, y conociendo el ritmo, la frecuencia de golpeo y la capacidad ofensiva del cántabro, Cheeseman pueda parecer una pequeña piedra en el camino, una de no mucha exigencia, pero no se debe subestimar ni un ápice a este boxeador, como tampoco deberían hacerlo los británicos con García.
No obstante, si bien en Reino Unido se ha tomado cierta cautela respecto a los boxeadores españoles después de los descalabros de Skeete y Gavin, no pueden evitar pensar que aquello fue sólo la excepción que confirma la regla y que Sergio García, que bromean diciendo que es un jugador de golf y no un boxeador (por el golfista con el mismo nombre), sólo es un titular continental más de buen nivel nacional pero limitado que sucumbirá ante la primera prueba de envergadura que se encontrará en frente, test que consideran que será Cheeseman.
Lo que opinen los espectadores puede ser en parte secundario, pero no cuando esto influye en la visión del aspirante, un Cheeseman que, aunque reconoce que será una pelea dura, no deja de hablar del futuro a todas horas, recordando en cierta medida a las declaraciones que en su día hizo Skeete, que antes de ser destruido por “El Revolver” declaró que tras hacerse con el campeonato de Europa quería enfrentarse a Pacquiao o a Matthysse.
Quizás, Cheeseman no ha llegado tan lejos como a apuntar a un futuro miembro del Salón de la Fama como el filipino, pero no se ha mostrado poco ambicioso y cauteloso, ya que el británico ha afirmado:
“Esta es la pelea que me empuja hacia el nivel mundial, donde volveré a ser el cazador y a cazar a gente como a Liam Smith o Kell Brook. Pero primero tengo que quitarme del camino esta pelea con Sergio García, entonces veremos qué hay después. Soy campeón británico, después del 2 de febrero seré campeón de Europa con un alto posicionamiento en todos los organismos”.
“La cosa es que una vez que ganas el título europeo sólo hay un paso más. Después de esta pelea van a haber grandes oportunidades para mí, y no soy el tipo de peleador que las rechazaría. Para ser sincero estaría feliz de enfrentarme a cualquiera de los tres [los campeones mundiales], porque ninguno de ellos es Canelo o Mayweather. Los tres son vencibles. Así que cualquier oportunidad que se me ofrezca voy a aceptarla”.
Asimismo, compartiendo promotora con Anthony Fowler, olímpico británico y bronce mundial amateur con 190 victorias, tanto Cheeseman, como su equipo y los medios y aficionados de su país no dejan de pensar que, si los dos superan sus próximos compromisos, ambos se enfrentarán en la segunda mitad de la temporada para decidir al máximo peso superwélter en ascenso británico.
Expuesto esto queda más claro que, aunque para los seguidores españoles del noble arte, que somos conscientes de las capacidades de García, Cheeseman es el que tiene mucho más que demostrar, no es visto así fuera de nuestro país, donde se considera que este campeonato de Europa sólo es una etapa más hacia la cúspide.
Ciertamente, tener una moral alta es algo muy positivo para encarar una primera pelea en el ámbito titular internacional, pero el exceso de confianza sobre el cuadrilátero puede convertirse en una pesadilla si las bajas expectativas que se tienen de la actuación del oponente se materializan en la realidad en que éste ofrece una tremenda actuación. Es verdad que Cheeseman no pasa totalmente por alto la complejidad del campeonato, pero no parece que esté evaluando adecuadamente su nivel mostrado y el grado de exigencia que le supone García.
Mirando al récord de Cheeseman son muy pocos los nombres de boxeadores destacados a los que se ha medido, siendo sus tres máximos logros los obtenidos en sus últimas tres peleas. Uno de ellos fue el veterano Carson Jones, que debutó en 2004, que puede estar en las últimas etapas de su carrera (encadena actualmente cuatro derrotas) y que en su combate más reciente ha perdido contra un púgil con récord 22-15. Además, ante Cheeseman llegó en inadecuado estado de forma y ni siquiera dio el peso.
Por lo demás, en el récord de Cheeseman sólo sobresale la victoria ante el invicto pero sin poner ni mínimamente a prueba Paul Upton y un triunfo ante un Asinia Byfield que muchos pensaban que no merecía la oportunidad por el cetro británico y que con anterioridad había padecido una derrota ante un boxeador asequible.
En contraste, si se evalúan los logros de García estos resultan mucho más meritorios, especialmente por los éxitos ante un campeón de Europa como Isaac Real y dos victorias ante púgiles extranjeros en buen estado de forma, ambiciosos y con experiencia de calidad como Moncelli y Beaussire.
Dicho esto, aunque García tiene más bagaje y de más valía, no se debe caer en el error de considerar que será una pelea fácil para el actual monarca, aunque sea por su condición de visitante combinada con el estilo combativo de su adversario.
Esto es así debido a que, habiendo muchos precedentes en los que un boxeador ajeno a la promotora ha parecido hacerse con ocho asaltos pero los jueces han logrado otorgarle siete o más al miembro de Matchroom Boxing, Sergio García no tiene ni el más mínimo margen para especular con su actuación. Asimismo, siendo una constante a nivel mundial que los boxeadores que poseen la iniciativa y son agresivos, especialmente si tienen pegada, vean sobrevalorada su actuación sea cual sea su acierto con los puños, a la mínima que Cheeseman pueda usar su estilo, presionar y avanzar obtendrá asaltos para su cuenta al margen de si tiene eficacia o no.
Por ello, y valorando que Cheeseman es muchísimo menos peligroso cuando se avanza sobre él, momentos en los que se suele cerrar sin ser demasiado astuto con los contragolpes, García, pese a los riesgos que implica, debería salir a por todas e intentar imponerse cargando al ataque, pudiendo aprovechar las considerables brechas y la rigidez defensiva de su oponente para tratar de superarlo con nitidez por volumen de manos, a pesar de la eventual intensidad que adquieran los cruces de golpes.
Si por el contrario García buscase mantener los espacios y realizase entradas y salidas, quizás pudiese tener éxito parcial aprovechando su superior velocidad de manos ante un Cheeseman que a veces mide demasiado el lanzamiento de sus puños, llegándose a mostrar verdaderamente dubitativo. Pero teniendo Cheeseman fama de contar con un golpeo muy potente, en el posible escenario en el que el local posea la iniciativa los jueces siempre van a encontrar la manera de darle asaltos, sobre todo siendo muy posible que las acciones se desarrollen igualadas.
Así, y recordándose, por ejemplo, el Jamie McDonnell vs Liborio Solís I organizado por Matchroom, en el que el primero se hizo sólo con unos tres asaltos pero un juez le dio todos los rounds menos tres, y teniendo Eddie Hearn grandes planes de futuro para rentabilizar mucho a Cheeseman, García debe intentar salir al ring como si el primer asalto fuese el último y con la vista claramente puesta en el nocaut, llegue o no, porque tanto podría explotar la confianza del británico en una pretendida mejora técnica (se considera capaz ahora de pelear con éxito en cualquier distancia y situación, si bien esto es cuestionable) como demostrar tal superioridad que no haya margen para arrebatarle el triunfo.
El García-Cheeseman será emitido por Eurosport 2 en España y en Reino Unido por SKY Sports a partir de las 20:30 del sábado.