Fabio A. Matilla
Clasificación de los boxeadores en aquel año y análisis de cada división en un excelente artículo al que el diario Marca dedicó ¡tres páginas!, con profusión de imágenes de los mejores púgiles de aquellos tiempos. Merece recordarse:
PESOS MOSCAS.- En esta categoría el boxeo español no tiene la calidad y cantidad que cuenta en el campo amateur, de donde podemos señalar a varios púgiles –el medallista olímpico Rodríguez Cal, Escudero, los almerienses Zaragata y García, el canario Godoy o dos Rodríguez más, uno de Valencia y otro de Valladolid- con tanta o más clase que esos seis que aparecen en la lista de profesionales. El título de campeón está seguro en poder de Mariano García, pues Antonio Tenza intentó conseguir el título pero fue derrotado antes del límite por el madrileño. Ahora el murciano quiere intentar el de los gallos, lo que no impide que lo clasifiquemos como mosca, porque al enfrentarse a Pinto será una oportunidad que le presentan, pero realmente Tenza es un mosca auténtico; incluso cuando peleó con Marianín, Manuel Alcántara apuntó: “Tenza, que si se pela se queda en minimosca…” Andrés Kid Romero ya boxeó dos veces por el europeo y no pudo lograrlo, lleva disputados 39 combates, venciendo en 17, empatando en 9 y perdiendo en 13 ocasiones. Con una derrota y un nulo ante Tenza, Romerito tiene pocas posibilidades de ser otra vez campeón español. Aparte de los mencionados amateurs, la promesa de esta división es José Luis Otero, ex internacional que debe ahora, a torso descubierto, demostrar la gran clase que posee.
PESOS GALLOS.- Ahí está Senín, imbatido en 43 peleas, entero y sin castigar, en continuo ascenso. Cuando ganó el título europeo, Alcántara escribió de él en su crónica (Marca 11-8-71): “Implacable, custodiando su distancia buena –la media-, entrando y saliendo, girando de cintura, dispara golpes de todas las facturas y liga prodigiosamente las series. Es un vendaval, un león, una fuerza de la naturaleza.” Así es Agustín Senín, nuestro zurdo de oro, que ya cumplió un año de campeón continental y puede cumplir varios más. El titular español es Pedro Pinto, que en julio destronó a Dionisio Bisbal en nueve asaltos. El moreno Bob Allotey, nacido en Ghana y nacionalizado español en marzo del pasado año puede conseguir importantes triunfos para nuestro boxeo. Más importantes si cabe que el empate que logró ante el actual campeón mundial de los plumas Clemente Sánchez, en Monterrey, en diciembre de 1970. El asturiano Naves, subcampeón nacional de aficionados ante el extraordinario Juan Francisco Rodríguez, camina con paso firme y mostrando excelentes cualidades. A Daniel Rodríguez Figueroa, derrotado por el anterior y recientemente por dos Pedros –De la Torre y Molledo-, le convendría volver a los moscas, la categoría donde más ha brillado; se lo sugieren el KOT que sufrió ante Allotey y esos dos reveses ante quienes aún no merecen estar entre los mejores.
PESOS PLUMAS.- Confiamos plenamente en José Legrá, pese a los traspiés que inesperadamente sufre de vez en cuando, debidos más que nada a su aversión al gimnasio cuando no tiene compromisos, léase títulos en juego. Desde que llegó a España -14 de septiembre de 1963- lleva disputados 109 combates, siéndole de resultado adverso sólo cinco de ellos. Fue campeón mundial y dos veces de Europa, cetro que nadie pudo quitarle hasta el momento. Pepe Legrá, si quiere, puede ser otra vez campeón del mundo, ojalá quiera. Gitano Jiménez es el campeón de los plumas y los superplumas. Si aparte de esto señalamos que todavía no tiene veinte años, diremos que le quedan muchos rings que pisar y peleas que ganar. Pese a su irregularidad es otra esperanza del boxeo español. El canario Suárez ya fue vencido dos veces por el astur, pero su técnica puede darle muchos triunfos. Reapareció Rodolfo García deseoso de dar réplica a los plumas nacionales y de lograr parecidas victorias a las que tiene sobre Ramón Casal y Francisco Martínez. Marichal y los que le siguen deben boxear más continuamente, que buenas maneras tienen todos.
PESOS SUPERPLUMAS.- También manda aquí Gitano Jiménez, pero en esta división no está seguro de titular, por cuanto Aisa, con su experiencia y difícil boxeo le amenaza seriamente, y el tarraconense Domingo Giménez –dos derrotas en más de veinte combates- ya le venció sin título en juego. Andrés Martín, que perdió tres veces en más de treinta subidas al cuadrilátero, debe aspirar nuevamente al título que no ha podido ganar en una ocasión deficientemente preparado. El ex olímpico de Tokio Valentín Loren –su derechazo al árbitro fue tan comentado como el récord de Bob Hayes- necesita volver a triunfar como cuando él era campeón de este peso. Sus dos últimas derrotas antes del límite le pusieron en una situación apurada; ahora reaparece con un palmarés de 34 combates, 26 victorias, dos empates y seis pérdidas. Otro aragonés viene pidiendo paso: Perico Fernández, boxeador de excelentes cualidades, al que ya le auguran un brillante porvenir. En esta categoría todos deben estar pendientes del retorno de José Arranz, el veterano púgil madrileño falto de pegada, sí, pero que por caminos de la técnica puede superar a todos.
PESOS LIGEROS.- Buen ejemplo para los que empiezan es el sordomudo Cayetano Ojeda, Kid Tano, debutante de aficionado en abril de 1957, y de profesional en julio de 1961, que ahora a sus treinta y cuatro años es el campeón que más veces defiende su cetro. Lleva disputados 104 combates, con 13 resultados adversos ante contrarios de reconocida calidad. Los reaparecidos Velázquez y Calvo buscan algo más que el cinturón español, con muchos aficionados esperando de ellos buenas demostraciones. El zurdo Fernando Pérez, dos empates con el campeón y dos victorias antes del límite sobre el ex olímpico Mariano Pérez, es un rival de temer por cualquier ligero o superligero. Rodolfo Sánchez que surgió al plano de la consideración tras su victoria sobre el catalán Blasco, también está capacitado para sorprender a cualquiera, pese a su única y reciente derrota con Kid Tano. Auténtico patinazo fue el que sufrió el palentino Miguel Molleda ante Perico Fernández, cuando llevaba cinco triunfos seguidos antes del gong final, que le habían situado entre las promesas de nuestro pugilismo.
PESOS SUPERLIGEROS.- A descubrirse: llega Pedro Carrasco. Aquí está el onubense en su categoría europea, a la espera de su combate con Erubey Carmona o cualquier americano que le pongan, sin preocuparle el título continental de los superligeros que dejara vacante. Toda España confía en él y deseamos que no haya más injusticias que le impidan ser campeón del mundo. ¡Aúpa Carrasco! El cordobés Tony Ortiz, es vencedor por KO de Barrera Corpas, tal como adelantaba a Julio César Iglesias en Marca (12-7-72): “me inclino por un KOT a mi favor, será suficiente con esperar a que llegue mi derecha”. Su derecha llegó ¡y de qué modo! en el séptimo asalto. Algo le está ocurriendo a Barrera Corpas, que disputó 45 peleas con 37 victorias y 8 derrotas, siendo cuatro de éstas en sus últimos cinco combates. Además en su combate con Ortiz pesó cuatro kilos por encima del límite superligero. Atención a dos que suben, Mohatar y Ruiz, el primero camina imbatido y entre sus vencidos figuran notables peleadores. Horacio Ruiz tampoco fue derrotado hasta el momento; es un zurdo que boxea muy bien, fue campeón amateur y dará que hablar.
PESOS WELTER.- Manda aquí y manda bien José González Dopico, el vibrante y sorprendente boxeador bombero. El que perdió con García Gancho, Torres, Johnny White y Robinson García, ¡pero que también es vencedor de esos ilustres! Con decir que ganó este título en tres ocasiones distintas ya no es necesario hablar más de él. Reapareció Antonio Torres, 11 veces perdedor en 79 combates lo cual no es mala conducta, luego de dos derrotas antes del límite ante John Stracey, en Manchester, y Joseph Bessala en Camerún. Bueno, e hizo nulo con José Durán lo que significa para el sabadellense recobrar un valor que muchos le creían perdido. Pacheco está pidiendo otro combate con el titular desde que noqueó a Dongil, y éste quiere borrar las cuatro manchas de su historial, compuesto por 20 peleas. La campaña de ambos es lo más destacado de esta división. Venía subiendo como la espuma el asturiano Manzano, pero su match de revancha con Dongil le supuso su primera pérdida en 12 combates. Mirando hacia abajo aparecen con cierto futuro prometedor Rosado y Juan Valencia, ex campeones aficionados que pretenden mover la categoría, desde los últimos a los primeros lugares. Cuestión de tiempo.
PESOS SUPERWELTER.- Firme realidad de nuestro boxeo, a sus veintiséis años, es José Durán Pérez, campeón español con 46 enfrentamientos y sólo dos reveses. Tiene el calibre de las grandes figuras y son muchos los entendidos que esperan de él grandes cosas. De José Hernández podemos decir que es otro al que le cuesta asistir al gimnasio. Por falta de decisión no fue campeón mundial y por algo parecido perdió el título europeo que tenía. Una pena, con tanta clase como tiene. El año que Guinaldo estuvo inactivo –diciembre del 69 a diciembre del 70- vino a favorecerle más que nada ni nadie en su carrera, pues si antes iba realmente mal, desde que reapareció está mostrándose como un púgil muy regular: en 16 combates sólo Hernández pudo ganarle, lo que no consiguieron San José, Josselin, Durán o el suizo Blaser, entre otros. Felicitamos al salmantino de Pedroso de Armuña. De Guinaldo para abajo todo es corriente y moliente, excepto Fernando Armesto, en quien se confía un continuo ascenso.
PESOS MEDIOS.- No aceptamos con agrado que a Jorge Fernández le dejasen disputar el título nacional. Este buen boxeador hijo de gallegos ya tuvo en su poder los cinturones argentino y sudamericano, además de disputar el cetro mundial para Argentina, lo que le debió impedir boxear por el campeonato de España. Nada debió importar eso de la doble nacionalidad, por cuanto Fernández ya fue ‘muy internacional’ en su país natal, defendiendo sus colores y desarrollando allí su carrera. En nuestra clasificación decidimos no reconocerlo y por tanto no lo incluimos. Del campeón Pablo Sánchez podemos decir que es fuerte pero con poca técnica, no es un digno sucesor de Luis Folledo. El madrileño Víctor Varón camina con paso firme; sólo una derrota por descalificación mancha su historial. Francisco Ferri confía más en que le toque ‘el gordo de navidad’, como hace años, que recuperar los galardones perdidos: su labor en los cuadriláteros empieza a marcar líneas descendentes.
PESOS SEMIPESADOS.- Otra mención de Manuel Alcántara, el 1-11-70 escribía: “Quintana Trujillo es un púgil de cara o cruz. Un puncheur vulnerable: o tumba o le tumban. La prueba es que hasta ahora, en su corta, fulgurante y prometedora carrera profesional jamás ha terminado un combate. Nunca ha oído una decisión por puntos.” Bueno, pues lo que decía el maestro Alcántara sigue en pie, porque el canario aún sigue sin oir la decisión de sus combates, que son 16 con 4 derrotas y 12 victorias, todas ellas antes del límite. Muy querido en Marsella es el almeriense José Antonio Gálvez. En esa ciudad francesa ganó a Emmanuello y Depauw, empató con Brunet y perdió con Soukalo, el que hizo un combate de exhibición con Muhammad Ali en Casablanca el pasado 29 de julio. En esas actuaciones Gálvez –que a Soukalo lo derribó al principio- dejó un grato sabor por su boxeo de auténtico fajador. Seis peleas lleva Román, con una perdida ante Varón, justo al terminar su servicio militar, lo que indica que su preparación no era la más óptima.
PESOS PESADOS.- Está el título vacante. Como las miras de Urtain están más altas, serán Echevarría y Casimiro Martínez los que disputen el cinturón. De los cien boxeadores que aquí aparecen, Echevarría es el de más edad, pero a sus treinta y seis años tiene una fortaleza poco común, como siempre lo ha demostrado en sus noventa combates. Casimiro venía siendo una firme promesa camino de la realidad, mas los combates que perdió ante Urtasun y Gálvez obligaron a apartarle del grupo de los mejor considerados. Luego de diez cotejos sin conocer la derrota Joaquín Löpez, o Joa Tarzán, que es su nombre de guerra, no ha dado una al derecho, y todo por culpa de su compañero de equipo Mariano Echevarría, que le ganó dos veces. Mojada ya su pólvora, Casimiro también le venció en dos asaltos. El ex campeón de aficionados Cirilo Jareño no iba mal, no, hasta que el italiano Adriano Rosati le ganó por fuera de combate y le cortó sus aspiraciones.