Daniel Pi
@BastionBoxeo
En el respaldo del Cotto-Ali, el campeón WBC del peso supergallo Rey Vargas (31-0, 22 KO) defendió exitosamente su cinturón ante el aspirante voluntario Óscar Negrete (17-1, 7 KO), al que derrotó de forma unánime y con amplísimas puntuaciones de 120-108 y doble 119-109, aunque estas pueden llevar a cierto equívoco, dado que el combate tuvo algunos inconvenientes para el monarca, que tuvo que soportar dos serios cortes, cabezazos y algunas buenas ofensivas.
No obstante, Vargas fue, en líneas generales, el dominador de la contienda desde el comienzo. El retador intentó en todo momento avanzar sobre su adversario, lanzando curvos abiertos o derechas aisladas, pero el titular mexicano impuso su altura y alcance en forma de combinaciones de directos, ataques con crochés y ganchos zurdos y contragolpes con uppercuts. Además, Vargas, que controlaba muy bien la distancia con Negrete y efectuaba adecuados pasos atrás para dejar a su rival fuera de distancia, usó con enorme agresividad sus hooks al torso para intentar frenar la persecución del colombiano.
Pese a ello, ni la acometividad de Negrete se redujo ni Vargas combatió más tiempo en la distancia larga, sino que incluso éste, que no consideró peligrosa la pegada de su adversario, decidió repetidas veces intercambiar golpes en la distancia corta, anotando potentes manos pero encajando también algún fuerte gancho diestro al rostro. Igualmente, en ningún momento el triunfo de Vargas pareció seriamente amenazado, boxeando con comodidad en cualquier distancia y conectando una gran cantidad de golpes de poder de mucha claridad.
Quizás, el peor round para Vargas en el choque fue el séptimo, en el cual un cabezazo le abrió una ancha brecha entre el párpado y la ceja derecha, descentrándose y teniendo que soportar varias combinaciones de ganchos y repetidos directos diestros de un Negrete que mostró una excelente resistencia. Con todo, y aunque en el octavo asalto también sufrió un corte en el párpado izquierdo, causado otra vez por uno de los numerosos cabezazos recibidos, Vargas siguió usando sus ágiles esquivas dinámicas y su versatilidad para continuar capturando un asalto tras otro, llegando a estremecer al aspirante en el noveno round con un curvo diestro.
Sin duda, Negrete habría podido tener una actuación muy superior ante un boxeador de un tamaño similar al suyo, pero ante Vargas, que combina elevada altura con gran boxeo, su tenacidad no fue suficiente por sí misma para ponerse cerca de la victoria. Por su parte, Vargas se afianza todavía más como monarca con esta defensa ante un imbatido prospecto, encarando en mejores condiciones morales que su futuro contrincante la puesta en juego obligatoria que tendrá que realizar ante Julio Ceja. Si este campeonato mundial se hubiese producido inmediatamente después del triunfo de Ceja en tres asaltos sobre Anselmo Moreno, las estimaciones respecto al duelo hubiesen sido diferentes, pero tras la sufrida victoria de éste ante Brailor Terán y el sólido triunfo de Vargas obtenido ante Negrete, la condición de favorito del campeón sólo hará que verse expandida.