Daniel Pi
@BastionBoxeo
Muchas veces los púgiles participantes en una pelea de semifondo prometen robar el protagonismo al encuentro estelar. Sin duda, dependerá de las valoraciones del espectador si el enfrentamiento de unificación del peso supergallo entre los campeones mundiales WBA e IBF, respectivamente el estadounidense Daniel Román (27-2-1, 10 KO) y el australiano-irlandés TJ Doheny (25-1, 15 KO), fue superior al combate entre Wangek y Estrada, pero lo que no es cuestionable es que la pugna coestelar resultó formidable, con cambios de tendencia, con los dos boxeadores siendo estremecidos y con dos caídas.
El ganador de este emocionante encuentro, parte del evento organizado en la madrugada del viernes al sábado en el Forum de Inglewood (Estados Unidos), fue Daniel Román, que con una victoria por decisión mayoritaria y cartulinas de doble 116-110 y un 113-113 unificó los cetros WBA e IBF del supergallo y se reafirmó como el mejor boxeador de la división en estos momentos.
Las bolsas oficiales de esta pugna, según la Comisión Atlética del Estado de California, fueron de 179.000 euros para Román y 206.000 euros para Doheny, aunque es sabido que muchas veces los promotores pagan otra cantidad añadida de forma extraoficial para evitar impuestos.
El choque se inició con Doheny teniendo buena efectividad desde la distancia larga, acompañando sus desplazamientos de buenos directos zurdos, crochés de ambas manos y algún certero uppercut cuando su adversario acortaba la distancia. Por su parte Román se mantuvo calmado, sabiendo que podía ser una pelea larga, buscando manos de poder aisladas con las que ir menoscabando a su contrincante, logrando impactar un croché de mano adelantada en el segundo asalto que puso en la lona al púgil de origen irlandés.
Este knockdown no supuso una ruptura de la pugna, ya que Doheny no tardó en recuperarse y en continuar con su planteamiento, teniendo positivos resultados al mantenerse fuera del alcance de su adversario, alcanzarlo con buenas contras y golpearle con precisión entre una continuada movilidad. No obstante, el poder de Román seguía estando ahí, y en el cuarto asalto Doheny volvió a ser estremecido, si bien, sorprendentemente, consiguió replicar e incluso dañar a su adversario, sobre el que avanzó en busca del cruce de golpes curvos mientras el local se replegaba.
De todas maneras, en el quinto round Doheny tenía el ojo derecho bastante inflamado, además de una hemorragia nasal, y Román pudo impactar un mayor número de manos. El sistema táctico de Doheny no se hundió, pero ya no era tan eficaz, sus puños llegaban mucho más espaciados y no se movía tanto, por lo que no podía evitar que su oponente se quedase más tiempo en la distancia media-corta y enlazase hooks y uppercuts.
Con todo, en el séptimo episodio de nuevo Doheny sacó una izquierda a la contra para dejar tocado a Román, al que hostigó y dañó prolongadamente con curvos. Román cayó en ese round, pero es cierto que fue empujado por el visitante. Este asalto pudo parecer un cambio de tendencia, ya que Román redujo su presión en el octavo y fue blanco de las manos de Doheny, si bien en el noveno Román volvió a cargar al ataque conectando fuertes ganchos que empeoraron el sangrado de la nariz de su contrincante, que por un uppercut zurdo casi puso la rodilla en la lona.
Tras este verdadero punto de inflexión, finalmente, en el décimo y en el undécimo episodio, Román pudo mostrarse superior presionando y trabajando son sus hooks y directos, logrando en el segundo de estos asaltos dañar con golpes al torso, uno de los cuales, de perfecta ejecución, le hizo poner la rodilla en el tapiz a Doheny. No obstante, poniendo de manifiesto una vez más su talla de púgil y su coraje, éste logró seguir siendo competitivo en el último asalto.
Dicen que los grandes boxeadores siempre encuentran una forma de ganar. Todavía es temprano para decir hasta dónde llegará Román en su trayectoria, pero el caso es que, una vez más, logró descubrir el camino hacia la victoria ante un oponente complicado y que con su astucia y reflejos le hizo dar el máximo de sí para salir con el brazo en alto. Por cierto, vale la pena destacar las muestras de gran caballerosidad de ambos púgiles tras el combate, que insistieron una y otra vez en alabar al contrincante, recibiendo los aplausos de un público que supo admirar la gran actitud después del choque de unos contendientes que no se habían guardado nada sobre el ring.
Doheny pareció acertado al señalar que su crédito como boxeador había aumentado tras esta actuación, dado que seguramente puede esperar buenas oportunidades en adelante pese al tropiezo teniendo en cuenta la resistencia y la imagen que ofreció. Por otro lado, Román indicó, respondiendo a la pregunta del entrevistador, que quiere disputar una triple unificación a continuación con el campeón WBC Rey Vargas si éste supera su próxima defensa obligatoria, enfrentamiento excelente que podría seguir contribuyendo al récord de un Román con un recorrido reciente extraordinario.
Resultados del respaldo
La cartelera televisada se inició con un susto para el plata olímpico uzbeko Shakhram Giyasov (8-0, 6 KO), que fue estremecido seriamente dos veces en su pelea en el peso superligero ante un boxeador con oficio y cualidades como el estadounidense Emmanuel Taylor (20-6, 14 KO). No obstante, Giyasov superó los problemas con velocidad, frecuencia y variedad de recursos y se hizo con una victoria unánime (doble 99-91 y 97-93). Giyasov se embolsó con esta pugna 43.000 euros y Taylor 22.000.
Después llegó el rápido triunfo del prospecto del peso medio de 18 años Diego Pacheco (3-0, 2 KO), que no tuvo problemas para terminar en pocos instantes con un duro nocaut técnico sobre Guillermo Maldonado (1-1, 0 KO), recibiendo respectivamente 3.500 euros y 1.800 euros.
Más tuvo que trabajar la promesa del peso supermedio Anthony Sims Jr. (19-0, 17 KO) para derrotar al resistente Vaughn Alexander (14-3, 9 KO), que rompió la cadena de triunfos antes del límite que su rival sostenía desde su segundo combate como boxeador profesional. Sims logró un triunfo unánime (doble 98-92 y 96-94) en un combate útil para su adquisición de experiencia y que le reportó 45.000 euros, mientras que su rival se embolsó 18.000 euros.
Finalmente, antes del semifondo, el top 3 del peso wélter en varios organismos Jessie Vargas (29-2-2, 11 KO) logró un KOT en el sexto asalto de una intensa pelea ante el veterano Humberto Soto (69-10-2, 37 KO), resultado que deja al vencedor a la espera de disputar una eliminatoria que le dé derechos firmes en una división del peso wélter cuyas oportunidades mundialistas son dificilísimas de obtener. La pelea reportó a Vargas un millón de euros (prácticamente la misma cantidad que las cuatro bolsas juntas para esta velada de Román, Doheny, Estrada y Wangek) y a Soto 135.000 euros.