Daniel Pi
@BastionBoxeo
Una vez más se produce a inicios de temporada una de esas peleas de rodaje y preparación a modo de antesala de una mayúscula pugna que hace que queramos girar las manecillas del reloj hacia adelante y mover el calendario hasta el día del trascendental enfrentamiento en lugar de presenciar el que tenemos en frente.
Y es que, este sábado en el Microsoft Theater de Los Ángeles (Estados Unidos), el campeón mundial WBA del peso pluma, el mexicano Leo “Terremoto” Santa Cruz (35-1-1, 19 KO) realizará la tercera puesta en juego de su corona ante su compatriota Rafael “Big Bang” Rivera (26-2-2, 17 KO), boxeador que es considerado un trámite antes de una unificación de coronas en verano, siendo sus posibles adversarios entonces los monarcas Josh Warrington y Gary Russell Jr.
Dado que Russell comparte con él el paraguas de PBC y por su nacionalidad estadounidense es sobrevalorado por los medios, Santa Cruz desea con todas sus fuerzas enfrentarse a él para intentar demostrar ante el gran público que es el mejor peso pluma del mundo, habiendo afirmado el azteca que, aunque quiere subir al peso superpluma tras una o dos peleas más, no ascenderá de división hasta que no lo haya superado.
Con todo, el campeón WBC tiene uno de los menores índices de actividad de todos los monarcas peso por peso y no está siendo fácil pactar encuentros con él, por lo que es evidente que Warrington, si no logra llegar a un acuerdo para unificar con el titular WBO Óscar Valdez, sería una opción mucho más sencilla en la mesa de negociación. Además, por su agresividad, el británico podría ser valorado por Santa Cruz como más adecuado para ofrecer al público una pelea para recordar y, en teoría, a un riesgo menos elevado que Russell por una mera cuestión de estilos.
Dejando de lado las suposiciones sobre si el adversario finalmente será uno u otro, antes el campeón WBA deberá resolver su compromiso contra el retador voluntario Rivera, un boxeador que, como sucedió la pasada semana con Hugo Ruiz, entra como sustituto con poco margen, si bien el aspirante de Santa Cruz tuvo algo más de tiempo, contando con tres semanas. Hay que recordar que Rivera accedió a esta pelea después de que el rival original, Miguel Flores, se lesionase un tobillo.
Sea como sea, el caso es que la variación de oponente no supone una diferencia trascendental, ya que en líneas generales ambos contendientes llegaban a la pelea con dos derrotas en las últimas tres subidas a un cuadrilátero y percibidos como casi sin posibilidades de triunfo. No obstante, el cambio parece haber sido a mejor, ya que Flores había padecido sus derrotas antes del límite y ante rivales no excesivamente relevantes mientras que Rivera nunca ha perdido sin escuchar el veredicto y sufrió sus derrotas ante el exretador mundial “Jo Jo” Díaz y ante el prospecto imbatido Joet González, cayendo contra éste por decisión dividida.
Si se tiene en cuenta que Santa Cruz señaló que quería acabar el combate con Flores en seis rounds para evitar las críticas, se sobreentiende que ante Rivera su intención será igualmente la de lograr una victoria incontestable, más aún esperándole a continuación uno de los máximos exponentes de la categoría. Dado que Rivera es un púgil resistente, sólido, que mantiene bien la distancia y que lanza combinaciones con apreciable velocidad, será complicado que el combate termine rápidamente, pareciendo probable que tenga asaltos contendidos, pero la superioridad de Santa Cruz en eficacia ofensiva, pegada y fortaleza hacen que su triunfo se considere casi inevitable.
Este enfrentamiento será el estelar de un evento emitido en Estados Unidos por FOX desde las 2:00 de la madrugada del sábado al domingo en hora peninsular española. El interesante respaldo contará con el mundial del peso mínimo Licona-Kriel y con la eliminatoria IBF del peso supergallo Juárez-Iwasa, si bien estos dos combates no se espera que sean emitidos. Está programado que la cartelera televisada incluya, junto al Santa Cruz vs. Rivera, el duelo del peso wélter entre Omar Figueroa (27-0-1, 19 KO) y John Molina (30-7, 24 KO) y la pelea del peso superwélter entre el gigantesco (1,98 m) Sebastián Fundora (11-0, 7 KO) y Donnie Marshall (10-0, 6 KO).