Daniel Pi
@BastionBoxeo

Marcando sus carreras recientes, el primer enfrentamiento entre Leo Santa Cruz (34-1-1, 19 KO) y Abner Mares (31-2-1, 15 KO) ha mantenido conectadas las trayectorias de ambos en los últimos tres años. Habiendo sido entretenido y emocionante (para algunos incluso el mejor combate del año 2015) por sus fieros y continuados intercambios, concluyendo con una decisión mayoritaria y habiendo señalado ambos que estaban dispuestos a una revancha inmediata, el tiempo que ha transcurrido hasta esta segunda contienda, en el que no se ha dejado de hablar del choque de desquite, básicamente ha sido visto por los seguidores de ambos como un tramite a la espera de la trascendental resolución, a pesar de que por el camino han afrontado retos incluso más difíciles (como el doble duelo entre Santa Cruz y Frampton).

Finalmente, la espera, que ha sido verdaderamente complicada para los aficionados mexicanos, ha terminado y ambos cruzarán guantes en el Staples Center de Los Ángeles (Estados Unidos), donde pugnarán en un campeonato mundial WBA del peso pluma, cinturón que posee Santa Cruz, el vencedor del choque precedente y el favorito para este segundo duelo. Que “Terremoto” sea considerado quien más posibilidades tiene de imponerse no debe de valorarse como una inevitable e incuestionable lectura de la primera pelea, sino como una razonada posibilidad teniendo en cuenta el desarrollo del choque anterior, su resultado y la dispar actividad de ambos contendientes desde entonces.

Aunque la pelea se mantuvo muy igualada y Mares utilizó su frecuencia de golpeo para lograr una ventaja inicial, los ajustes de Santa Cruz y el mejor aprovechamiento de su altura y alcance en forma de golpes rectos en el segundo tramo resultaron clave, aspectos que, si ha aprendido la lección, debería utilizar para marcar la diferencia de nuevo. Por otra parte, mientras que en estos casi tres años desde el primer cruce Mares sólo ha realizado dos peleas, una victoria dividida ante Jesús Cuéllar y un rodaje ante Andrés Gutiérrez, Santa Cruz ha pugnado en cuatro ocasiones, siendo tres de ellas ante campeones mundiales, ya que se midió a Kiko Martínez y por dos ocasiones a Carl Frampton, quizás su principal impedimento en la hegemonía de la división del peso pluma.

Por otra parte, aunque quizás Santa Cruz no tenga el poder de quebrar a cualquier oponente, su resistencia física es excelente y su encaje formidable, por lo que de producirse un nuevo combate con elevado desgaste siempre podría tener un margen vital respecto a un Mares que depende más de acciones explosivas y cuyo ritmo difícilmente se puede mantener constante, o al menos tanto como el del monarca. Igualmente, el extitular tiene una notable velocidad de manos y piernas y muchos recursos, por lo que será complicado, pese a su desventaja en rodaje, que pueda ofrecer una pelea sencilla. Al contrario, seguramente se producirán intensos intercambios que deberían asegurar una pelea verdaderamente digna de ver para quienes prefieren el boxeo agresivo con descarnados cruces de golpes.

El paso por la báscula fue superado con éxito por ambos contendientes, dando Santa Cruz 56,9 kg y Mares 57,0 kg, por lo tanto no excediendo el límite del peso pluma (57,2 kg). El Santa Cruz vs. Mares II y el Charlo-Trout serán televisados en Estados Unidos por Showtime a partir de las 4:00 de la madrugada del sábado al domingo en hora peninsular española.