Daniel Pi
@BastionBoxeo
No resultaba una tarea sencilla enfrentarse a un pegador zurdo que era plenamente consciente de que podría estar ante la última gran oportunidad de su carrera. Más difícil era aún subirse al ring para encarar dicha pugna justo después de que en la velada un bronce olímpico hubiese perdido contra todo pronóstico su invicto. Pero el japonés Ken Shiro (16-0, 9 KO), en el mediodía del viernes en el EDION Arena de Osaka (Japón), dio una nueva muestra de su excelencia técnica y su inteligencia de ring para derrotar por KOT en el cuarto asalto al retador obligatorio Jonathan Taconing (29-4-1, 22 KO) y conservar por sexta vez su cinturón mundial WBC del peso minimosca.
Shiro abrió las acciones con mucha cautela, sabiendo que un golpe en frío del noqueador filipino podría tener terribles consecuencias para él. Así, el nipón no puso potencia en sus golpes, sino que lanzaba su jab de forma muy tenue para intentar evaluar a su adversario y contener su afán combativo en los primeros compases. No obstante, en poco tiempo Shiro comenzó a escoger detenidamente el momento para impactar contundentes derechas directas a la contra y uppercuts de esta misma mano, que lanzaba aprovechando la inclinación de torso con la que avanzaba su adversario.
Dado que el campeón boxea con una guardia muy abierta, en alguna ocasión algunos de los curvos de las agresivas combinaciones de Taconing le alcanzaron, pero supo responder con valentía y precisión en corta aunque no es ésta su distancia natural de pelea.
Crecientemente, Shiro iba conectando sus golpes de poder con más frecuencia y nitidez y, aunque perdió un punto en el tercer round (según las normas WBC) por padecer su contrincante un corte por cabezazo involuntario, estaba empezando a establecer no sólo un dominio sino también la base para dañar a Taconing.
Poco se hizo esperar el momento decisivo, dado que en el cuarto round, en una acción técnica de mucha calidad, Shiro dio un paso atrás para alejarse de una izquierda rival y sacó una derecha recta que estalló contra el mentón de Taconing, que todavía recibió un uppercut zurdo antes de caer a la lona. El bravo filipino se alzó y quizás hubiese sido conveniente dejar que las acciones se reanudasen para comprobar sin dudas en qué estado se encontraba, pero lo cierto es que su mirada parecía un tanto perdida y estaba poco estable, de modo que no se le puede reprochar al tercer hombre la detención.
Mirando el combate desde la grada estaba la otra gran estrella en ascenso japonesa de las categorías más ligeras, el monarca mundial WBA del peso minimosca Hiroto Kyoguchi, precisamente con quien se dice que podría unificar en una velada de fin de año. Quizás, un choque entre ambos pudiese generar mayores números en el futuro y en una división algo más pesada, pero en estos momentos es ya posiblemente la mejor pelea que se puede pactar por debajo del peso supermosca, puesto que dos potentes y hábiles monarcas mundiales se enfrentarían tanto para elegir al número 1 indiscutible del peso minimosca como para establecer otro claro candidato a convertirse en figura mundial y en top 10 de todos los pesos.