Un combate con unas reglas tan inusuales como el uso de guantes de catorce onzas, o la distancia de ocho asaltos de dos minutos, está generando una enorme expectación en todo el mundo. La explicación es bien sencilla: Netlifx ha apostado fuerte por el duelo entre un youtuber como Jake Paul y una estrella retirada desde hace dos décadas como Mike Tyson.

Iron Mike supo rehacer su vida tras tocar fondo, y acostumbra a dejar titulares llamativos. En una de sus apariciones reconoció que recurría a la Terapia de Reemplazo de Testosterona (TRT). Este método es cada vez más utilizado por millones de hombres, principalmente en los Estados Unidos, que aseguran rejuvenecer gracias a él.

Tanto Paul como Tyson solicitaron una licencia, por lo que están sujetos a las normas del Estado de Texas, que contemplan la realización de controles antidopaje. En combates que generan unas cifras astronómicas como el que emitirá Netflix, es habitual que los promotores contraten los servicios de la VADA para asegurarse que se efectúan más controles. Si la Comisión de Texas se limita a realizar los controles a los días previos al combate, tanto Tyson como Paul no darían positivo por el uso de tratamientos en meses anteriores, que les seguirían reportando beneficios en su rendimiento.

El culturista Brad Rowe, que colaboró con Mike Tyson en el pasado, confirmó que el boxeador cesó el tratamiento durante las semanas previas a la exhibición con Jake Paul. Por el momento, Tyson no ha desmentido que continúe sometido al tratamiento. Las clínicas encargadas de suministrar el TRT desaconsejan el cese temporal del tratamiento, pero la bolsa millonaria que cobrará por boxear con Paul podría llevarle a suspenderlo.

El histórico boxeador declaró que está consumiendo hongos alucinógenos, y otro tipo de sustancias. El de Brooklyn también es un firme defensor del cannabis, y por sus dolores crónicos habitualmente ingiere sustancias para aminorarlos. En el año 2000, Mike Tyson dio positivo por marihuana, por lo que se modificó de KOT en el segundo asalto a Sin Decisión el resultado de su pelea con Lou Savarese.

Jake Paul también ha sido acusado de consumir esteroides en las últimas horas. El último rival de Paul, Michael Perry, confirmó que no fue sometido a controles antidopaje cuando se enfrentó al popular youtuber. Con un gabinete de comunicación a pleno rendimiento, desde la organización no se ha confirmado que Tyson y Paul vayan a ser sometidos a controles antidopaje, así como ninguna agencia dedicada a la lucha contra el dopaje ha confirmado que haya tomado muestra alguna.