El británico Sunny Edwards tiene una dura cita este próximo sábado en Birmingham (Reino Unido), donde se medirá a Galal Yafai, antiguo oro olímpico.
Antes de la cita, el excampeón mundial del peso mosca dio su opinión sobre un asunto tan polémico como el dopaje en el mundo del boxeo. Al carecer de un organismo único que realice las pruebas y haber múltiples comisiones y órganos rectores que regulen las sanciones, el tema sigue dando que hablar y todos los años se conocen varios casos en el pugilismo mundial.
Edwards ha propuesto una drástica solución al asunto, algo que no es la primera vez que se escucha, pero muy peligroso en un deporte de contacto y, de igual modo, para los propios boxeadores que se lo tomen al pie de la letra: “Es un tema sensible, porque yo he pasado infinidad de controles. Llevo años en los que, al pertenecer a la élite del boxeo, tengo que estar siempre localizable y registrar todas las camas en las que duermo. Para mí es muy agobiante, por eso oigo a Tevin Farmer decir que no se pasan controles (ver noticia) y me pregunto entonces qué es lo que está pasando cuando yo tengo que decir dónde estoy en cada momento. He firmado la VADA (programas antidoping voluntarios), por lo que hay semanas que diferentes organismos me realizan controles, así que entiendo que es un problema de inconsistencia. Yo no he visto a nadie doparse en persona, pero creo que la situación crea inseguridad, porque nadie te puede garantizar que tu oponente esté limpio y no haya tomado algo que está en las listas de sustancias que figuran. Por ello, ¿y si decimos que todo el mundo puede tomar lo que quiera? Eso al final te quitaría la sensación de inseguridad y de poca uniformidad a la hora de los controles. Quizá eso fuera más justo que estar ahí arriba sabiendo que no se está cazando al 100% de los que ahora hacen trampas”.