El campeón mundial WBO minimosca Jonathan González (27-3-1, 14 KO) ha anunciado que no realizará su defensa mundial prevista para este viernes en Managua, capital nicaragüense.
«Bomba» González iba a subir al ring por primera vez en 2023, puesto que ya hace un año que brillantemente defendió su título en Japón ante Shokichi Iwata. Su pelea unificatoria de primavera contra Kenshiro Teraji se truncó por su infección respiratoria y ahora se ha anunciado su indisposición por otra enfermedad. Así, pasará todo el año sin competir.
Su rival iba a ser el local Gerardo Zapata (14-1-1, 5 KO), aprobado por la WBO en una incomprensible decisión al venir de una derrota y un empate. Si hace unos días muchos de nuestros lectores aplaudían a la IBF por no aprobar la condición de aspirante mundial de Mary Romero, pese a ir contra los intereses de nuestro boxeo, vemos que no todos los estamentos actúan igual, algo que desconcierta al aficionado. Muy mal en este caso el organismo de Francisco Valcárcel.
Pero no solo eso, sino que la WBO pretende aprobar que otro duelo minimosca que iba a suponer el coestelar en la gala vaya a ser premiado con el título mundial interino. Sus protagonistas, ahora elevados a principales de la función, son también nicaragüenses, Kevin Vivas (7-0, 2 KO) y el puertorriqueño, René Santiago (11-3, 8 KO). Como dirían algunos vulgarmente, un mundial de Hacendado.
Volviendo a González, la polémica ha invadido las redes en dos sentidos tras anunciarse su baja de la contienda de mañana. En primer lugar, se le ha fotografiado comiendo pizza en un restaurante, sin aparente dolencia física; en segundo, el preparador Memo Heredia comentaba hace unos días una foto del campeón donde se le veía utilizando, según Heredia, una sustancia prohibida en el brazo. Por ello, según algunas fuentes, podría haber renunciado a la pelea de mañana dado el peligro de resultar positivo por dopaje.