Daniel Pi
@BastionBoxeo
En el campeonato de Europa del peso medio que se produjo en la noche del sábado en el Palais Du Litoral de Grande-Synthe (Francia) se cruzaban los caminos del polaco Kamil Szeremeta (19-0, 4 KO), actual monarca continental en imparable avance, y del francés Andrew Francillette (21-2-1, 5 KO), cuestionado y sin mucho margen para fallos. Con todo, aunque se podía intuir que la pelea sería sólo una nueva ocasión para que Szeremeta luciese su boxeo en plenitud, la pugna estuvo más disputada de lo esperado y Francillete, pese a la derrota unánime final, mejoró su imagen apreciablemente, generando algunas incógnitas el campeón.
Las tarjetas de los jueces dieron el éxito a Szeremeta con un 120-108 injustificable, e increíble teniendo en cuenta que era el visitante, y un doble 117-112 mucho más acertado aunque ligeramente excesivo.
Peleando fuera de su país, Szeremeta ofreció el planteamiento adecuado para ese tipo de situaciones, saliendo al ataque, presionando, avanzando tras su jab y conectando fuertes derechas rectas al cuerpo y al rostro junto a crochés diestros ante un Francillete que se desplazaba cercano a las cuerdas intentando reducir la presión y contragolpear.
El despliegue inicial del polaco fue metódico y efectivo, acompañando su avance con sutiles esquivas además de con un variado uso de ganchos zurdos arriba y abajo, uppercuts diestros y todo tipo de golpes de poder que compensaron claramente los poco decididos rectos del local.
Sin embargo, en los asaltos previos al ecuador el campeón se precipitó un tanto y Francillette intentó jabear más, trató de alejarse de las cuerdas y conectó su derecha, consiguiendo también sorprender eventualmente a la contra por sus reflejos, si bien la consistencia, precisión y potencia del trabajo de Szeremeta siguió dejándose notar.
Pese a ello, el galo no se rindió con sus ajustes y en el séptimo y en el octavo round aguantó el centro del ring con buenas combinaciones de curvos y con su uno-dos-gancho zurdo. Ante esta reacción Szeremeta se mostró cansado, reduciendo su presión y su cadencia de golpeo, exponiéndose a claras manos de su contrincante.
La pelea se le estaba empezando a poner cuesta arriba al monarca, que incluso bajaba las manos incapaz de mantenerlas arriba prolongadamente, pero tirando de mera astucia, coraje e inteligente elección de golpes, Szeremeta, a veces apoyándose exclusivamente en esquivas con la guardia descendida y en otras ocasiones lanzando curvos enlazados semiagachado, logró contener los valientes ataques con golpes curvos de Francillette y llevarse la mejor parte.
Así, terminado el combate, un Francillette que casi era visto en las apuestas como una víctima propiciatoria dejaba una meritoria actuación en la que demostró ser capaz de medirse a la cumbre continental, mientras que un Szeremeta con la vista puesta en la élite mundial de la división fallaba al cumplir las expectativas. Y es que, si bien la victoria final fue justa, durante los últimos asaltos se mostró agotado, sólo logrando separarse de decisivos golpes de poder por unas pocas excelentes ballestas con las manos bajas.
Es por esto que, aunque resolvió la complicada tarea de vencer como visitante y quizás le pasó factura un mal medido afán ofensivo forzado por no pelear como local, Szeremeta parece situarse en una difícil posición, ya que podría intentar buscar nuevas defensas del título europeo que le permitan mejorar, si bien exponiéndose al riesgo de una derrota en un combate con limitada recompensa, o intentar dar un salto al vacío y aceptar un duelo ante un top 15 de relieve para el que este sábado puso de manifiesto que podría no estar preparado. Sea como sea, su decisión deberá llegar rápido, puesto que la EBU pronto le exigirá que haga frente a su defensa obligatoria ante el italiano Matteo Signani.