José Manuel Moreno
@josemorenoco

El estadounidense de 26 años Terence Crawford se proclamó en la noche de este sábado nuevo campeón mundial del peso ligero de la WBO al vencer por decisión unánime al escocés, campeón hasta la fecha, Ricky Burns. El combate, celebrado en el electrizante ambiente del Scottish Exhibition Centre de Glasgow, solo fue igualado en los primeros cuatro asaltos. Bonitos intercambios, buen desempeño de ambos boxeadores y un Burns que hacía vibrar al formidable público británico. Pero a partir del quinto asalto, Crawford impuso su ley, basada en una mayor velocidad, movilidad, excelente defensa y en la solidez de su derecha que entró de forma repetida en la guardia de un Burns, que se mostró realmente impotente y tremendamente inferior al estadounidense.

No hubo sorpresas en las cartulinas afortunadamente: 116-112, 116-112 y 117-111. Crawford (23-0, 16KO), de Omaha, Nebraska, declaro instantes después de la pelea que «Estoy sin palabras. Soy feliz, muy feliz por conseguir este cinturón. He conseguido lo que nadie antes en Nebraska durante un siglo, ser campeón del mundo». Por su parte el ya excampeón fue muy sincero: «Fue una pelea difícil, muy difícil, el mejor ganó esta noche, pero volveré, el me dará la revancha y volveré a estar a mi altura».