Este sábado 3 de agosto, ya domingo 4 en nuestro país, se ha celebrado una gran velada en el BMO Stadium de Los Ángeles, Estados Unidos.

Israil Madrimov (10-1-1, 7 KO), en el combate de fondo del evento, ha perdido su título mundial superwélter WBA ante Terence Crawford (41-0, 31 KO). El estadounidense, en su afán por ser el campeón indiscutible en su tercera categoría, ha llegado a este peso y se ha enfrentado directamente a uno de los mejores, pudiendo superarle gracias a su excelente calidad técnica. Fue más una partida de ajedrez que un boxeo descarnado, calculando cada movimiento para intentar forzar el equívoco del rival, por parte de los púgiles, estudiando dónde poder hacer daño al contrincante. Algunos asaltos fueron muy cerrados y el final se presentó incierto, pero Crawford, el nuevo campeón, supo cerrar de forma más certera y se llevó el gato al agua.

Las puntuaciones de 115-113 en dos cartulinas y 116-112 reflejan el trabajo que tuvo que realizar el americano para destronar a un inquebrantable Madrimov, que nunca dio su brazo a torcer y demostró que puede plantarle cara a cualquiera; pero Crawford es mucho más que cualquiera, está por encima de todos y es un talento de los que no salen a menudo.