Daniel Pi
@BastionBoxeo
Su aspirante no era un boxeador perteneciente a la extensa élite del peso wélter, pero por eso mismo el monarca mundial WBA de los 66,7 kg, el estadounidense Keith “One Time” Thurman (29-0, 22 KO), quería conseguir un triunfo incontestable en este retorno a los rings casi dos años después de su último combate.
En el encuentro estelar del evento desarrollado en la madrugada del sábado en el Barclays Center de Nueva York (Estados Unidos), Thurman dominó en gran medida las acciones y se anotó un knockdown ante el voluntarioso Josesito “The Riverside Rocky” López (36-8, 19 KO), pero sus pretensiones de lograr un triunfo inapelable se encontraron como impedimentos con unos serios apuros en el séptimo asalto y un veredicto de victoria por decisión mayoritaria que, pese a no reflejar lo que sucedió sobre el ring ni ser adecuado, será aprovechado por los demás púgiles insignes de la división para cuestionar la proyección futura de su reinado y sus posibilidades en eventuales cruces contra la cumbre.
Las cartulinas fueron de 117-109 (la más acertada), 115-111 y un absurdo 113-113, mientras que el conteo informatizado le otorgó al monarca una ventaja en golpes anotados de 247 a 117, lanzando Thurman 899 puños y López 513.
La clave del combate para el retador parecía, aprovechando que está mucho más rodado, intentar generar dudas a su inactivo oponente con un intenso arranque, pero López se mantuvo moderado en su agresividad y se apoyó en una bajísima cadencia de golpeo, por lo que Thurman pudo desplazarse ágilmente por el ring, lanzar su jab, su uno-dos, ganchos y crochés zurdos y evitar por amplio margen las escasas manos de su oponente. Además, en el segundo episodio, Thurman alcanzó a la contra a López con un croché de mano adelantada que al llegar al mentón del aspirante lo tumbó.
Esta caída no implicó un cambio de tendencia en el desarrollo del enfrentamiento, al contrario, los boxeadores mantuvieron la misma tónica, si bien López se desordenó más por momentos y Thurman eventualmente, viendo su eficacia y su solvencia, trató de tomar la iniciativa y anotar con más insistencia sus golpes de poder. Así, sin continuidad ni acierto, López tuvo que esperar hasta el sexto asalto para llegar de forma más consistente, logrando en el séptimo round con un curvo zurdo estremecer a Thurman, que quedó tocado por una andanada de hooks posterior, pasándose el resto del episodio corriendo sin poder evitar ser desequilibrado por nuevas derechas y crochés de izquierda.
No obstante, al igual que le sucedió al aspirante en su knockdown, Thurman se restableció muy rápido, de modo que, si bien en el octavo asalto todavía encajó varias claras derechas, desde el noveno el campeón mundial reanudó su boxeo dinámico con salteados uno-dos-gancho o hooks de izquierda aislados para, junto a jabs, acciones elusivas y buenas contras, compensar sobradamente el tenaz pero inconsistente trabajo con los golpes curvos de López.
Tras haber puesto fin a esta larguísima inactividad, que no le afectó tanto como muchos pensaban, ya que mostró, al igual que su rival una gran preparación física y mental, Thurman está de nuevo en posición de disputar mayúsculas peleas en una división del peso wélter que por su elevadísimo nivel medio siempre está repleta de riesgos y oportunidades. Al finalizar el combate Thurman aseguró que piensa volver a combatir más adelante en esta temporada y que si le dan la opción de enfrentarse a Pacquiao está más que dispuesto a pugnar contra él este mismo 2019, afirmando que aceptaría una oferta del tagalo incluso si tuviese que pelear en Filipinas.
Kownacki aplastó, Nyambayar aspirante oficial
En los combates de respaldo dos invictos sumaron dos importantes victorias, siendo uno el peso pesado polaco Adam Kownacki (19-0, 15 KO) que, pese a parecer, una vez más, en un inadecuado estado de forma, volvió a mostrarse arrollador, bastándole sólo dos asaltos para vapulear a Gerald Washington (19-3-1, 12 KO). Tras este éxito, que le deja a la espera de una posible eliminatoria mundialista, el afable Kownacki cogió el micrófono no para retar a nadie sino para anunciar su próxima paternidad.
Por otro lado, en la eliminatoria WBC del peso pluma, el mongol, plata olímpico, Tugstsogt Nyambayar (11-0, 9 KO) venció por decisión unánime al dominicano Claudio Marrero (23-3, 17 KO), siendo las cartulinas de 116-111 (la más justa), 115-112 y 114-113, en las que se observa el descuento de un punto al derrotado (que realizó muchísimas irregularidades durante el combate) por golpear a su oponente desobedeciendo la orden del árbitro. Nyambayar, que fue preciso pero un tanto conservador de más, se convierte así en retador obligatorio del monarca mundial Gary Russell Jr.