Darío Pérez
@Ringsider2020

Ayer en el pabellón Pilar Fernández Valderrama de Valladolid y ante unas 800 personas, los púgiles locales vencieron por KO haciendo buenos los pronósticos.

El pucelano Salvi Jiménez (14-0-1, 6 KO), en preparación para el título continental superpluma contra el campeón Khalil El Hadri, mostró un espléndido estado de forma. El pucelano derribó en tres ocasiones al venezolano Edinso Torres (17-16, 8 KO) en el segundo round, antes de la parada arbitral. Jiménez esperó pacientemente los fallos del rival para meter sus potentes manos sin rehuir los intercambios, ante el delirio del público vallisoletano con cada impacto.

Además, el supergallo burgalés El Yazid Ezzaidani (5-0, 4 KO), del club Saltando Charcos, noqueó en seis asaltos al nicaragüense Joel Sánchez (5-49-1, 2 KO). Yazid ya hizo besar la lona al foráneo en los primeros compases, fue trabajando pacientemente y forzó el fuera de combate en el último round, probablemente tras excesivo castigo que hubo de pararse con anterioridad. Aparte de la dinamita del Zorro de Gamonal, Sánchez dejó una pobre imagen, sin apenas tirar manos y asimilando demasiados puñetazos. Quizá llevar una victoria en sus cuarenta y nueve últimas subidas al ring deberían hacerle pensar en preservar su salud y a quien le permite combatir al expedirle una licencia si conviene hacerlo, a nivel humano y deportivo.

Salvi Jiménez nos recibió exultante en vestuarios junto a su familia y tiene muchas ganas de ver qué le depara el futuro, tras haberse quedado hace un año a punto de ser campeón europeo. Aún no tiene todas consigo sobre el equipo de El Hadri y la organización del título continental, pese a que la EBU ya ha anunciado oficialmente el 21 de diciembre como fecha. La espantada del año pasado del galo tras una sospechosa lesión en la disputa del cinturón de la Unión Europea causa recelo en Valladolid, pero el púgil nos decía que afronta esta fase de madurez en su carrera, con 28 años, tremendamente ilusionado.