Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui
Fotos: PBC

El T-Mobile de Las Vegas (Estados Unidos) ha vivido una interesante gala promovida por Premier Boxing Champions en la que su combate estelar enfrentaba al campeón mundial supermedio WBC-WBA-WBO, el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez (61-2-2,39 KO), ante el número uno WBA, número cuatro WBO y número ocho WBC, el puertorriqueño Édgar Berlanga (22-0, 17 KO). Ha sido un colofón espectacular con dos púgiles que han mostrado una actitud digna de máximo elogio. Por un lado, el campeón Canelo Álvarez, que poco tiene que demostrar en el boxeo y que mantuvo una ilusión permanente a lo largo del combate, buscando la presión y el fuera de combate de su adversario. Y Edgar Berlanga, que supo bloquear el castigo, aguantar duros impactos, resistir las dañinas acometidas del campeón y que se recuperó de una caída en el tercer asalto, para llegar al final y escuchar las puntuaciones adversas de los jueces, 118-109, 118-109 y 117-110, y aunque amplias, hay que decir que Canelo ganó los asaltos, pero sin anular completamente a su adversario a lo largo de la pelea.

Con buen trabajo de jabs por parte de ambos púgiles comenzó el combate hasta que en el tercer round, un croché de izquierda mandó al tapiz al aspirante, que se levantó y aguantó valientemente la decisión irrebatible de Canelo de acabar con la contienda cuanto antes. Así continuó la pelea, con Canelo atacando y Berlanga resistiendo firme y mostrando también su peligro. Álvarez no escatimó esfuerzos ni ganas, y Berlanga demostró que está para pelear con los púgiles de élite del peso supermedio; encaje y pegada tiene de sobra.


Un combate que nos dejó muy satisfechos por la actitud de ambos boxeadores de principio a fin. Además terminaron repartiéndose piropos entre ambos, dado una imagen de gran deportividad.