Carlos Utrilla
El español Rubén Varón disputará el europeo del peso superwélter mañana sábado por la noche. Será en el Palacio de los Deportes Marcel Cerdán de Levallois-Perret, en el área metropolitana de París. El mismo lugar donde Javier Castillejo cayera derrotado ante Laurent Boudouani, con este cinturón en juego y en su segundo enfrentamiento… hace poco más de 20 años. Sí, cómo pasa el tiempo.
Frente a él, el campeón: Cedric Vitu. Un púgil en ascenso, el galo, contra otro que es una incógnita. Para los aficionados españoles, seamos sinceros, el duelo es entre nuestra cabeza y el corazón: la primera nos dice que las posibilidades del madrileño son escasas y el segundo que hay que confiar en alguien que atesora tanta clase como Varón.
El último tren
Esta vez sí, la pelea tiene carácter de último tren. El propio Rubén ha dejado entrever que si su actuación no es buena pensará en el retiro. Anecdótico, quizá, que el “examen final de carrera” llegue con “su” título en juego, con el cinturón que muchos creemos ya debería haber conseguido y que ha sobrevolado casi toda su trayectoria. Al fin consigue disputarlo, aunque no en las mejores condiciones.
La primera vez que se intuía esta posibilidad fue hace 10-11 años, cuando ganó el de la Unión Europea y Varón parecía estar en su mejor momento. Sin embargo, llegaron problemas de lesiones que llegarían a tenerlo más de un año apartado del cuadrilátero. En la segunda, en 2010, acabó peleando por el de la categoría inmediatamente superior, el medio; fue un duro combate contra Matthew Macklin en el que posiblemente sólo le faltó una mayor actividad en los primeros rounds.
La tercera ocasión en la que estuvo cerca (muy cerca) de combatir por el europeo de los 69,900 kg (154 libras) fue en 2013. La historia la recordamos todos: Rimer Box gana la subasta por 90.000 euros, pone fecha de disputa y llega la noche de Rafael Chiruta en el Virgen del Val.
Varón: una incógnita
Desde aquel 13 de Julio de 2013, todo ha sido duro y difícil para el de Alcalá de Henares en el plano pugilístico. En marzo de 2014 peleaba por el título de la Unión Europea dejando una mala imagen ante Orlando Fiordigiglio. Muchos fueron los que pidieron entonces su retirada, aunque él consideraba que todavía le quedaban cosas por hacer sobre el ring. Cambió de equipo, pero nada mejoró en exceso y desde aquella última fecha sólo ha peleado una vez y a seis rounds. Se habló de ofertas, como para este mismo cinturón frente a Jack Culcay o un combate a 8 rounds ante Brian Rose, pero problemas oculares le apartaron después de dar el sí.
Con tan escaso bagaje, una nueva oferta para disputar el europeo le llegó y no pudo decir que no. Pero quizá lo importante no es pelear fuera ni la calidad del rival. Quizá la pregunta sea: ¿cómo está Varón? Realmente una incógnita. La inactividad de los últimos años, mantenerse un poco apartado de todo y todos o el control que él mismo ejerce de su planificación quizá no llamen al entusiasmo. Pero queda la clase, esa misma que hace más de una década nos invitó a soñar y esa que desde entonces ha aparecido en momentos puntuales pero que, cuando lo ha hecho, nos ha conseguido deslumbrar.
Vitu: en ruta hacia el mundial
Tras la victoria ante Roberto Santos, el equipo de Cedric Vitu solicitó realizar una defensa voluntaria más con la promesa de llevarla a cabo en un plazo de tiempo corto. El mecenazgo de Malamine Koné, promotor de nuevo cuño, es el que ha permitido esto, algo muy difícil dentro del sistema de clubes en el que todavía se desenvuelve una buena parte del boxeo galo.
Vitu es uno de los abanderados del renacido boxeo francés, pero también de los que han vivido “los años del silencio”, como podríamos llamar a aquellos en los que el país vecino no ha podido contar con televisión ni con aparición en los medios. Sin embargo, en Francia el resurgir del boxeo ha venido facilitado por una serie de políticos (incluidos un par de ministros) apasionados del noble arte. Si Vitu gana el sábado, se intentará que dispute un mundial o, al menos, acercarse a este. Muy posiblemente dejaría vacante el título (el siguiente en pelear por él debe ser Isaac Real “Chaca”).
Sus características, ya las conocemos. Zurdo, elegante, con muy buenos movimientos aunque pegada liviana y un gran croché de derecha. Posiblemente, y sobre todo en función de los dos primeros rounds, veamos un Vitu más ofensivo que en su compromiso con Santos.
El sábado, pues, jornada clave para el boxeo español. Uno de los ídolos de buena parte de la afición, en los últimos 15 años, puede conseguir que la historia le haga justicia o puede decir adiós.