Daniel Santana
@Oscarsantana10
Hoy 11 de febrero del 2019, no podíamos dejar de rememorar una de las mayores sorpresas del boxeo, por no decir la mayor. Hablamos del Mike Tyson “Iron” contra James “Buster” Douglas.
Este iba a ser un combate de trámite, para ir haciendo tiempo mientras llegaba el combate realmente importante, el pleito que estaba programado para el 18 de julio de ese año, Mike Tyson contra el clasificado número uno en los tres organismos existentes, Evander Holyfield, un combate que le reportaría como mínimo 22 millones de dólares a Tyson, la mayor bolsa hasta ese momento, y unos 11 millones a Holyfield.
Por este combate Tyson se embolsó aproximadamente seis millones de dólares y Douglas 1,6 millones.
El combate se celebró en el Tokio Dome, Japón. Ya Tyson había peleado allí antes, el 21 de marzo de 1988 contra Tony Tubbs, dos asaltos aguantó en pie “TNT” Tubbs.
James “Buster” Douglas, que en ese momento tenía 29 años, seis más que el campeón, ya había intentado la conquista de un mundial, el título IBF que se encontraba vacante contra Tony Tucker, perdiendo por KOT en 10 asaltos, tres años atrás. Se había enfrentado y ganado a gente como Trevor Berbick y Oliver McCall, excampeones mundiales.
Nadie apostaba por él, las apuestas estaban 42-1 a favor de Tyson. El combate no le llegó en su mejor momento, la mujer con la que vivía y tenía un hijo estaba enferma, su exmujer le pedía un divorcio millonario y su madre, Lula Pearl Douglas, había fallecido 23 días antes del combate a causa de un derrame cerebral. Los que estuvieron cerca de Douglas sintieron una nueva determinación después del funeral de su madre afirmando que estuvo más dedicado en el entrenamiento que antes.
Se rumoreaba que Tyson no estaba bien entrenado, que no había desperdiciado una sola noche en el país del sol naciente e incluso estaba circulando un vídeo donde cae a la lona durante un sparring contra Greg Page.
La pelea tuvo lugar el domingo por la mañana en Tokio para poder ser transmitida en vivo por la cadena HBO el sábado por la noche en los Estados unidos. (Japón está 13 horas por delante de la zona horaria del este de EEUU).
Esta fue la tercera pelea de Tyson sin Kevin Rooney en su esquina, su entrenador principal después de la muerte de Cus D’Amato. Los entrenadores para este combate fueron Aaron Snowell y Jay Bright.
Comenzó el combate y Douglas lo controló desde el principio, usando el jab para evitar que Tyson entrará y cuando lo hacía lo enredaba, parecía como si Tyson no quisiera acelerar y dejar pasar unos asaltos, pero eso le pasó factura, en el quinto asalto, estaba cansado y tenía un hinchazón en un ojo , Aaron Snowell intentó reducir la hinchazón con un improvisado guante de látex lleno de hielo ya que se les había olvidado algo tan básico como el enswell (plancha generalmente de metal que se conserva en frío destinada a reducir la hinchazón en las lesiones faciales).
Finalizando el octavo asalto Tyson derribó al rival con un uppercut de derecha, Douglas se levantó a la cuenta de nueve, salvado por la campana. Douglas en el noveno parecía recuperado y llegó a hacer tambalearse a Tyson con una izquierda. Décimo y último asalto, Douglas conectó a Tyson con un certero uppercat de derecha seguido de una combinación de golpes que finalizó con una izquierda que hizo caer por primera vez a Tyson a la lona, inolvidables las imágenes de Tyson arrodillado intentando recoger el protector bucal tratando de incorporarse, pero sus piernas no le respondían, obligando al árbitro mexicano Octavio Meyrán a agitar los brazos en señal de que el combate había terminado.
Lo que parecía imposible acababa de suceder, el imbatible, el destructor, había sido derrotado antes de límite por un desconocido. La noticia dio la vuelta al mundo.
El combate terminó y la polémica comenzó. El extravagante promotor Don King intentó anular el resultado del combate alegando que Douglas, en su caída en el octavo asalto, estuvo en la lona más de los diez segundos reglamentarios. La IBF reconoció a Douglas como campeón, los otros dos organismos sancionadores, el WBC y la WBA no reconocieron la victoria de Douglas hasta pasadas unas semanas, después de las presiones a las que fueron sometidos.
Don King también promovía la carrera de Douglas en ese momento, situación que obligó a Douglas a denunciar a King por incumplimiento de contrato al intentar anular el resultado del combate en favor de su otro representado, Mike Tyson.
James “Buster” Douglas perdió los cinturones ocho meses más tarde por KO en tres asaltos contra Evander Holyfield.
Mike Tyson volvió a conquistar un mundial seis años después, ganando por KOT en tres asaltos al británico Frank Bruno en el MGM Grand en Las Vegas.