Darío Pérez
@ringsider2020
Imagen: Cris Esqueda/Golden Boy Promotions

Esta pasada madrugada de sábado a domingo se ha abierto el año pugilístico en el complejo Virgins Hotels de Las Vegas (Estados Unidos), al haber vivido una gala organizada por Golden Boy Promotions.

Vergil Ortiz Jr. (20-0, 20 KO) noqueó a Fredrick Lawson (30-4, 22 KO) en tan solo un round porque en el ring estaba el nefasto Tony Weeks. Tras un golpe a la sien que sí, hizo retroceder a Lawson, el réferi abrazó a Lawson ante la incomprensión de todos los presentes. Pudimos pensar que le deseaba feliz año efusivamente cual cuñado plasta al terminar las uvas, pero no, le paró la pelea cuando Ortiz no había impactado claramente ningún puñetazo más. Otra desfachatez de Weeks, que debería irse con Kenny Bayless a pescar a algún lago de Estados Unidos y dejar de perjudicar al boxeo. Por su culpa, un previsible buen triunfo de Ortiz para inaugurar su recorrido como superwélter queda empañado de manera incomprensible.

Lawson-Weeks

Como semifondo, el título interino WBA superligero fue un breve encuentro entre el británico Ohara Davies (25-3, 18 KO) y el venezolano Ismael Barroso (25-4-2, 23 KO). Davies se equivocó yendo al cara o cruz contra un pegador como Barroso desde el primer tañido de campana. Los 40 años del hispano podrían haber sido un factor a tener en cuenta en una pelea larga, pero Barroso aprovechó la sangre caliente del londinense para, en un contragolpe, asestarle una puñalada mortal en forma de croché. Pese a la voluntad del herido para levantarse, su cuerpo no estaba para proseguir y el árbitro paró las hostilidades tras una segunda caída del deteriorado europeo. Barroso podrá, si la WBA se tiene un poco de respeto, vengar su derrota frente al campeón mundial Rolly Romero en unos meses.

El también superligero, primer clasificado en listas WBO, Arnold Barboza Jr. (29-0, 11 KO) hizo su primera pelea para Golden Boy tras cambiar de promotora con el sudafricano Xolisani Ndongueni (31-4, 18 KO). Como se preveía, Barboza fue muy superior y se fue anotando los asaltos con mayor velocidad y precisión, pero sin presionar el botón del turbo. Hubo de ser su propia esquina, presionada por un insistente árbitro, quien se apiadó del africano ante el poco instinto finalizador de Barboza, lo que hizo a muchos aficionados explicarse por qué Top Rank ha dejado escapar a un futuro aspirante mundial de su escuadra. El tercer hombre sobre el ring, Raúl Caíz, decretó el KO técnico por no salir el púgil visitante al noveno y penúltimo parcial.

Al inicio de la emisión, Raúl Curiel (14-0, 12 KO) y Elías Díaz (12-2, 7 KO) intercambiaron cuero en el peso wélter con el triunfo del primero, superior a lo largo del combate con un desempeño serio, sin alardes. El duelo acabó en el octavo round, cuando el árbitro vio, con buen criterio, que la superioridad de Curiel no daría pie a un resultado diferente a su triunfo con más castigo para un ya quebrantado Díaz, protegiendo a este.