Daniel Pi
@BastionBoxeo
A falta de unas horas para que se dispute la revancha del campeonato mundial WBC del peso pesado entre Deontay Wilder y Tyson Fury, los dos protagonistas pasaron por la báscula, si bien hubo una clara diferencia respecto a las ceremonias de pesaje habituales: no hubo cara a cara. Esto fue debido a que la Comisión Atlética del Estado de Nevada (NSAC por sus siglas en inglés) decidió que, tras los empujones y cruces de palabras entre ambos en la conferencia de prensa final, iba a prohibir el careo posterior al pesaje «por la salud y seguridad de los peleadores, del público y del evento«.
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Sea como sea, en cuanto al peso de los contendientes, los dos púgiles fueron más pesados que en el enfrentamiento precedente. Deontay Wilder dio 104,800 kg, unos 8 kg de diferencia respecto a los 96,400 kg que dio en el primer cruce. Por su parte, Tyson Fury, que se pesó con camiseta pero que parecía bastante mas musculado que en sus últimos combates, marcó 123,850 kg, unos 7 kg más pesado que en el anterior duelo contra el estadounidense.
En lo concerniente al mundial WBO del peso supergallo, los dos boxeadores dieron el peso, marcando el límite exacto de la división, 55,300 kg, tanto el campeón Emanuel Navarrete como el aspirante Jeo Santisima.
