Daniel Pi
@BastionBoxeo
La primera defensa del reinado del campeón WBO del peso mínimo Ryuya Yamanaka (16-2, 5 KO) ha sido resuelta, este domingo en el Portopia Hotel de Kobe (Japón), de forma completamente satisfactoria para sus intereses, dado que ofreció una de las mejores actuaciones de su carrera para derrotar al retador Moisés Calleros (28-8-1, 16 KO) con mucha más solvencia de la esperada, tanto que, pese a su bajo porcentaje de nocauts y la resistencia del mexicano, se impuso a su duro rival por abandono en el octavo asalto.
A pesar de que incluso los analistas japoneses consideraban como favorito a Calleros, que dejó una gran imagen ante Fukuhara, Yamanaka ofreció su eficaz boxeo a distancia, jabeando y conectando directos y ganchos al hígado para controlar a su oponente, que no pudo suplir con su tenacidad ni su golpeo al torso el sólido sistema táctico del local. Así, los rounds fueron cayendo constantemente del lado del japonés, que castigó severamente al aspirante antes de obligarle a abandonar en el octavo episodio, siendo las cartulinas parciales hasta entonces de doble 80-72 y 78-74 a favor de Yamanaka.
Lógicamente, los potenciales retadores todavía preferirán enfrentarse a él que viajar a Tailandia para medirse a los monarcas WBA y WBC o combatir en Japón ante el torbellino ofensivo Hiroto Kyoguchi, campeón IBF, pero Yamanaka ha puesto de manifiesto con esta incontestable victoria en una complicadísima puesta en juego que no se le puede menospreciar, menos aún teniendo sólo 22 años y el margen de tiempo necesario para evolucionar y pulir su boxeo. En este sentido, podría ser muy útil la defensa obligatoria que le llegará pasado el ecuador de la temporada, seguramente ante el joven y ambicioso filipino, de larga carrera amateur pero poco puesto a prueba como profesional, Robert Paradero.